|| Capítulo 54 ||

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Viejos rencores, contenedores y enfrentamiento.





—Por el jodido infierno, Kassia Roger de Wagner dime qué no te saliste del hospital, maldita —arrugué las cejas por como me llamó, pero sé que lo hacía para molestar.

—Si, señora de Pierce —me jacté, ella respiró hondo y rodé los ojos, divertida.

—Y dime por favor, que no fuiste tú quien asesinó a los dos hombres de seguridad que puse en la puerta.

—Trabajaban para Adrien, ¿qué crees que me hubiesen hecho si me quedaba ahí?

—Perra demente —se burló.

—Cuando estoy de malhumor se me mezclan los cables.

—Si, eso lo sé, igual que tú padre.

—¿Te vienes a regañarme o qué, mamá?

—Si, dame acceso que ya estoy aquí —le colgué y me puse de pie para darle acceso al ascensor, ella entró y sonreí, extendiendo mi brazo bueno —. Mira, no te golpeo nomás porque estás herida, mocosa.

Arqueé una ceja.

—¿Mocosa? Solo tienes unos años más que yo —me burlé —. ¿Que me trajiste?

Le arrebaté las bolsas y las abrí, vi mis medicamentos y arrugué las cejas.

—Te los tomas, eh. El médico dijo que tus heridas fueron muy duras —me dijo.

—Si, no me apetece seguir herida la verdad, todo me sirve.

—Pues bien. ¿Y el demonio de la casa está?

—Si, pero ocupado con su...secretaria o lo que sea.

—¿Tiene secretaria nueva? —frunció el ceño, me encogí de hombros, tomamos asiento en la sala y le pedí el desayuno a Eleonor, Elaine ya había desayunado.

—Es quien tomó el puesto de Lorey.

—¿Y qué hace aquí?

—Trabajando con Khan, o desayunando, son...amigos creo —me encogí de hombros, restándole importancia alguna a todo eso. Eleonor me trajo el desayuno y se retiró.

—¿Khan teniendo amigos? Lo dudo, ese ser no tiene amigos más que Blade, y menos mujeres —espetó con el ceño fruncido.

—Ahora que lo mencionas, ¿qué tal con tu cuñado?

Chasqueó la lengua y sonreí.

—Digamos que estoy a un paso del divorcio con Loren y a un paso de enterrar a los dos hermanos juntos —hizo una mueca.

—Te gusta Blade, es obvio, ¿por qué no quedarte con él y ya?

—Porque es un patán y no va a imponerme nada a cara de perro ese idiota —bufó —. Blade se cree que se lleva el mundo por delante, y que puede hacer conmigo lo que quiera pero no es así, y que lo sepa.

—¿Y piensas divorciarte de Loren por su hermano menor?

—Tal vez, aunque, me gusta jugar un poco con la cordura de ambos, son unos idiotas.

Dulce Condena [+21]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora