Mis crímenes.
California, Estados Unidos.
Central de la Agencia Internacional.
Entré a la sala de reuniones y vi a todos los agentes y superiores de la APPI esperando por mí. Habían esperado a que me recuperara un poco, aunque aún seguía delicada con mi estado de salud. El disparo había tocado algunos órganos importantes, pero por suerte los rozó.
—Capitán —saludé, Dylan me hizo un asentimiento y tomé asiento, miré de reojo a Cora mirarme muy fijamente. Nunca nos llevamos muy bien, lo poco y nada que interactué con ella por un año no fue mucho, solo sentía que no le agradaba en absoluto que me haya metido en su organización y en esta misión, pero me daba igual, yo no lo pedí.
Varios me conocían porque estuve en el ejército gracias a mi padre, y algunos eran conocidos de muchos años atrás, a otros había visto poco y nada en el último año del internado.
Realmente ni siquiera me consideraba parte de esta organización, solo hice una misión por buena recomendación de mi superior anterior. Salí a los diecisiete de la milicia, no quise saber nada más, pero el universo conspiraba de nuevo en mi contra, y aquí estaba.
Me habían dado esta misión pensando con la cabeza caliente, y en cierta parte, algún día iba a vengarme de Khan por haberme encerrado.
Eso era algo de lo que no me iba a olvidar jamás.
—Agente Roger, esta reunión es específicamente para usted —comentó el capitán —. Hace un año y dos meses atrás te metimos en nuestra organización para que pudieras atrapar al mafioso Khan Wagner.
Lo mostraron en una pantalla y tuve que obligarme a verlo. Me rocé el brazo, tocando la cicatriz que había dejado su navaja en mi piel.
—Tus dotes de la milicia años anteriores me hicieron creer que eras la candidata perfecta para entrar en nuestra organización —prosiguió, sentí un gusto amargo en la boca por alguna razón —. Si bien, su cercanía con nuestro objetivo era necesaria, usted sobrepasó límites.
La mesa entera puso su atención en mí y me puse rígida cuando el capitán Dylan me miró seriamente.
—Sabíamos que su padre crió a Khan ya que era su ahijado, y quedaste a su cargo cuando él murió —vi a mi papá en la pantalla y apreté los puños debajo de la mesa —. Creímos que al conocerlo y tener el mismo interés que el nuestro de verlo tras las rejas sería bueno para nuestra organización. Has sido la más cercana a él en todo el año a lo que estuvimos nosotros por años.
Lo mostraron en la presidencia y luego a mí saliendo con él del estacionamiento.
—Su papel de viceministra fue clave para mantenerlo cerca —siguió —, pero la misión se fue abajo cuando nuestra agente Cora Bennet descubrió información que nosotros pasamos por alto.
Miré a la susodicha entregar un pendrive, lo metieron en la laptop y pasé saliva cuando vi el acta de matrimonio de Khan y mía. Nuestras firmas estaban ahí, al igual que la obligación de la convivencia juntos.
Vi fotografías del penthoue y a mí entrando en los últimos días. También estaban las fotos de los reporteros que nos sacaron cuando él me besó, pero luego se encargó de borrarlas, o no del todo.
—Usted, mantuvo una relación amorosa con nuestro objetivo —dijo el capitán —. Y no siendo menos, es su esposa. La agente Cora la vio en el hospital como lo dejó huir con facilidad. Los descubrió besándose.
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Dulce Condena [+21]
Science FictionÉl era una bestia. Ella era un castigo. Khan Wagner no era bueno. No era el tipo de hombre al que deberías acercarte para algún tipo de relación. Era sádico, frío y perverso. No le importaba el bienestar de nadie más que el de sí mismo. Líder de lo...