Una bestia echa ser humano.
Elaine se apareció en mi campo de visión y se quitó las gafas, llevó su mirada a mi brazo herido y frunció el ceño.
—¿Qué rayos te pasó a tí?
—Bueno, es algo complicado.
Pidió un café y dejó su bolso en otra silla, sin dejar de interrogarme con la mirada.
—¿Complicado cómo?
—¿Conoces a Khan Wagner? —le pregunté, se quedó quieta en su lugar y apretó los labios, lo que me decía que al menos ese nombre le sonaba de algo.
Le trajeron su pedido y la camarera se retiró.
—Tal vez, ¿por qué? ¿De qué lo conoces?
—Era el ahijado de mi padre —respondí —. Cuando papá estaba muriendo lo llamó y él vino, hace tres años.
—Si, lo recuerdo, a él y a...Blade Pierce, el hermano menor de Loren —comentó con una mueca —. Solo los recuerdo de algunas peleas sobre la jaula, entrené con ellos de niña, solo un par de veces. Papá jamás me dejó subir a un ring con alguno de los dos y hasta el día de hoy me lo prohíbe.
—¿Por qué?
—Son destructores, Kassia, golpean hasta matar sin importar el contricante —explicó —. A Khan no lo he visto hace años, pero si supe que regresó. Lo mejor que puedes hacer es alejarte de él, cuanto antes mejor.
—Pues papá no pensaba lo mismo —espeté.
—Tu padre lo hizo quién es, pero digamos que Khan se fue por un peor lado que el de peleas. Es dueño de todo Alemania, hace tres años vivía ahí, hizo de esas personas temor y sumisión.
Cada cosa que escuchaba de él era peor que la anterior.
—Pero no comprendo porque me preguntas por él.
Le dio un sorbo a su café y esperó a que respondiera.
—Papá me casó con él —lo solté y la taza se le cayó de las manos, ocasionando un estruendo en todo el restaurante.
—¿Qué mierda dices Kassia? No inventes. Dime por el maldito infierno y el cielo que es una broma de mal gusto —pidió y sacudí la cabeza en negación —. ¿Como es que te casó?
—Ayer en la mañana cuando fuimos a casa por el testamento de papá nos hicieron firmar algo, y era un acta de matrimonio, oficialmente estoy casada y sin retorno de divorcio por tres malditos años.
Sus ojos cafés me observaron con incredulidad, y si, cualquiera reaccionaría así si supieran quién es mi...esposo.
—Cada cosa que dices lo hace peor a todo, mierda —sacudió la cabeza —. ¿Por qué habría de hacer algo así Evan?
—No lo sé, Elaine, pero me puso en lo más alto como viceministra y me condena a una vida de infierno con ese animal —me llevé las manos al rostro con frustración. Tal vez ayer debió haber sido el momento en el que él no debió haber ido, ya que nunca le hace caso a nada, joder.
—Ni como ayudarte, Kassia, joder es que Evan estaba demente, pero si lo hizo por algo fue, ¿no crees?
—No trates que de alguna manera le vea lo bueno porque no hay nada bueno que sacar de esta situación: me casaron con un asesino problemático —siseé entre dientes.
—Ay, Kassia, si tan solo Khan Wagner fuera solo eso estaría bien.
—Cállate, solo lo empeoras más —bufé.
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Dulce Condena [+21]
Science FictionÉl era una bestia. Ella era un castigo. Khan Wagner no era bueno. No era el tipo de hombre al que deberías acercarte para algún tipo de relación. Era sádico, frío y perverso. No le importaba el bienestar de nadie más que el de sí mismo. Líder de lo...