|| Capítulo 78 ||

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Tiroteo y emboscada.






Los oídos me zumbaban y no me dejaban abrir los ojos ante el dolor. La explosión nos había empujado contra una pared y el cuerpo de Khan se empujó contra el mío, aplastándome en el suelo. Peor ya no lo sentía sobre mí, ni tampoco a un lado, y lo confirmé cuando pude abrir los ojos.

El humo se expandía por todo el estacionamiento, los autos de alrededor habían quedado destrozados, excepto algunos que eran blindados.

Al enderezarme sentí todo mi cuerpo doler y tuve que mantenerme unos segundos en mi posición, tratando de volver en sí.

Sentí la sangre caliente bajar por mis oídos y me puse de pie al no ver a Khan en mi campo de visión. Me detuve al tenerlo de pie, a unos metros de distancia, de espalda a mí.

—Khan —lo llamé, giró un poco, pero no todo.

—¿Estás bien? —preguntó y asentí, vi sangre en su pómulo derecho y supuse que la explosión lo hirió ahí. Lucía bien, o eso parecía.

Vi a varios hombres muertos en el suelo, pero Liam y los demás llegaron enseguida para ayudar. Me acerqué a Khan y lo miré de frente cuando empuñó mi chaleco, abrí los ojos al ver su camisa y blazer rotos. La sangre desprendía de la parte de su torso y brazo izquierdo.

—Khan, oye —lo sostuve de los hombros y me miró fijamente, entre la sangre que le cubría todo el rostro y la suciedad —. ¿Por qué me protegiste? Tú me odias, no eres un jodido héroe.

No dijo nada y le di un suave golpe en el torso.

Se mantuvo de pie sorprendentemente bien y eso me calmó un poco, si las heridas fueran muy graves él ya hubiera caído, pero estaba bien. Lo estaba.

El corazón me latió a mil por segundo y tomé su muñeca. Apoyó la cabeza contra mi hombro y empuñé su blazer con fuerza, mirándolo de reojo.

—Deja el jodido drama, cría —gruñó y sonreí de lado. No perdía su humor de mierda, eso era una buena señal —. No nació la persona que pueda matarme, y jamás existirá.

—Maldito témpano —le dije y lo abracé con fuerza, él se tensó por completo, pero se dejó y eso me sorprendió bastante.

Incluso a mi misma me sorprendió que lo abrazara, era la primera vez que lo hacía, pero me sentía culpable de cierto modo de todo esto. Era mi culpa, Elián era un bastardo vengativo, pero esta vez tampoco pudo con nosotros.

—Señor, la ambulancia viene en camino —avisó Liam y nos miró de reojo —. Debería de sentarse...

—Y una mierda, solo son simples heridas —le cortó. Se puso tenso y me separé suyo.

Oí el ruido de ruedas derrapar a un lado y creí que era la ambulancia, pero fallé cuando vi a cinco sujetos aparecer de la nada y emboscarnos.

—¡Elián Roger les envía sus saludos! —un sujeto en una camioneta pasó y salió por la ventanilla, alzando su rifle, dándole tres tiros directos en el torso a Khan cuando me empujó a un lado para que no me dieran a mí —. Nos vemos en el infierno, Khan Wagner.

El intercambio de disparos comenzó por parte de esas personas y los nuestros.

—¡Khan! —le grité y se desplomó en el suelo.

—Llamen a una ambulancia de inmediato —ordenó Liam y me hinqué a la altura del pelinegro que mantenía los ojos cerrados. Las heridas parecían ser profundas y eso me preocupó bastante.

—Khan —lo moví y no reaccionó —. Liam, tiene el pulso demasiado lento. ¡Que la ambulancia venga ya mismo! Khan, mierda.

Los tiros le dieron directo. Maldición.

Dulce Condena [+21]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora