|| Historia basada en la saga cinematográfica de Crepúsculo ||
• Alena Swan decide acompañar a su hermana en su regreso a Forks, sin saber que todo lo que creía surreal existe, es tangible y visible, que su vida cambiaría por completo. Y mucho menos...
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Después de que Bella se fuese con su novio a un partido de Béisbol familiar, papá y yo tuvimos una divertida tarde de padre e hija. Preparamos la cena juntos, luego limpiamos la cocina y finalmente preparamos palomitas para ver una película de acción en la sala. Hace muchísimo tiempo no pasábamos tiempo de calidad juntos, primero el divorcio y luego mi traslado.
Ambos nos exaltamos al escuchar los gritos de Bella fuera de la casa, nos ponemos de pie de golpe ignorando la película de comedia que escogí después de que terminara la anterior y corremos a la entrada.
—¡Dije que me dejes en paz! ¡Vete!—le grita mi hermana a Edward mientras azota la puerta en su cara. Frunzo el ceño al igual que papá más que confundida por la situación, ambos la seguimos enseguida al piso de arriba.
—Bella, ¿que sucede?—pregunto cuando estoy a su lado, ella tira de mi y nos encierra en su habitación mientras papá pregunta del otro lado de esta que está pasando.
Mi hermana comienza a susurrar todo lo que ha pasado con tono alterado, desde que llegó con los Cullen y en lo que ahora estamos metidos todos pero que papá ignora. Edward entra por la ventana y me explica con más calma y detalles mientras mi hermana se mueve de un lado a otro por su habitación tomando ropa y diferentes objetos.
—Carajo—susurro preocupada cuando el vampiro termina de hablar. Me abrazo a mi misma pensativa, Edward me mira preocupado y con un brillo de culpabilidad en el rostro—Bien, ¿en que ayudo?—pregunto finalmente.
—Quédate aquí con tu padre y cuídalo, cubre a tu hermana lo que sea necesario, te estaremos informando lo que suceda. Tienes que estar alerta por si alguno de ellos viene, de todas formas alguien de mi familia vendrá a cuidarlos—me dice Edward mientras me toma de los brazos suavemente, acariciándome sobre mi suéter—Tienes que estar tranquila, inventa que Bella tuvo un problema conmigo y dale excusas. No dejes que se vaya de la casa—yo asiento todavía en shock—Va a estar bien.
—Más te vale Edward porque si no enserio vas a pagar caro—lo amenazo seriamente, el asiente en silencio. Bella termina de agarrar sus cosas y Edward salta por la ventana para irse.
—Por favor cuídense, estaremos en contacto—me pide mientras me abraza con fuerza.
—Cuídate tu también, cualquier cosa que suceda me avisas por favor—ella asiente rápidamente.
Ambas salimos de la habitación pero ella lo hace prácticamente corriendo, papá nos sigue alterado mirando a mi hermana.
—Bella, ¿que estás haciendo?—pregunta con preocupación.
—Tengo que irme de aquí. Ya me voy—dice sin dejar de caminar por la casa y agarrar cosas para echarlas a su maleta.
—Tu mamá ni siquiera está en Phoenix, es muy tarde para que te vayas ahora. Tienes que pensarlo, si todavía quieres irte en la mañana yo te llevo al aeropuerto—le dice rápidamente.
