|| Historia basada en la saga cinematográfica de Crepúsculo ||
• Alena Swan decide acompañar a su hermana en su regreso a Forks, sin saber que todo lo que creía surreal existe, es tangible y visible, que su vida cambiaría por completo. Y mucho menos...
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—Sip, sé que suena muy impresionante. Traje a mi propia sobrina al mundo—asiento con una sonrisa mientras mantengo el móvil contra mi oído—Es tan... impactante como dicen.
Sean ríe ligeramente—No puedo creerlo aún, pero estoy muy orgulloso de ti.
—¡Y yo también!—la voz alegre de Ryan se escucha de fondo lo cual me hace reír levemente.
—Pues gracias. Me alegra saber que si aprendí algo durante toda la carrera y no soy una inútil—el ríe esta vez.
—Oh vamos, serás la mejor cirujana que alguna vez alguien haya visto. Te lo prometo.
—Eres tan lindo cuando te alimentan bien—le respondo con un deje de burla que lo hace reír falsamente—Bueno, espero que puedan venir pronto. No los conoce y ya se muere por hacerlo.
—¡Eso es porque somos maaaaaravillosos!—vuelve a gritar Ryan a lo que su hermano menor parece lanzarle algo—¡Auch!... No me dolió.
—No te preocupes, prometemos ir a verte a ti y a tu sobrina en cuanto sea posible—me dice Sean retomando la conversación—¿Crees que sería bueno llevarle algo?.
—¿Algo cómo que?.
—¿Juguetes?.
—Mmm—me muerdo el labio pensativa—No creo, ya no parecen interesarle. Mejor tráele algunos buenos libros clásicos de historia, pero en italiano.
—¿Piensas enseñarle?.
—Obvio, se verá muy linda hablando otros idiomas—asiento con una sonrisa.
—De acuerdo, pero también le llevaré juguetes. Quiero ser el tío divertido, no el que te enseña italiano—me responde burlón.
—¡Pero si soy muy divertida, idiota!—reclamo ofendida a lo que vuelve a reír—¡Y muy atrevida!.
—Pues...
—Soy tan divertida que te morirás cuando Jacob te cuente cómo fue que le pedir ir conmigo a su baile de graduación—lo interrumpo con orgullo.
—Ay si, cómo n-... espera, ¿que?.
—Como lo oíste. Cuando vengas, te lo diré—me pongo de pie alejando mi trasero de mi cómoda cama—Te llamaré luego, tengo que continuar con lo mío.
—Bien, cuídate mucho hermosa. Te quiero.
—Y yo a ti, bobo. Dale un beso a Ryan de mi parte.
—Iugh, claro que no—niega enseguida haciéndome reír. Puedo imaginarme con mucha claridad su mueca de asco.
—Adiós tonto.
—Adiós tonta.
Cuelgo la llamada y suelto un suspiro para después guardar mi teléfono en bolsillo trasero de mi pantalón. Tomo mi mochila, chaqueta y auriculares para luego salir de mi habitación y bajar a la cocina para tomar mi termo morado metálico con té de manzanilla bien caliente en su interior. Una vez lista, salgo de casa y me subo a la camioneta de mi hermana, el vehículo en el que me he ido al hospital los últimos días por simple comodidad.
