|| Historia basada en la saga cinematográfica de Crepúsculo ||
• Alena Swan decide acompañar a su hermana en su regreso a Forks, sin saber que todo lo que creía surreal existe, es tangible y visible, que su vida cambiaría por completo. Y mucho menos...
—¿Jake? ¿Qué sucede?—le pregunto confundida manteniendo la distancia entre ambos por si acaso—¿Quién llamó?.
El no responde, se mantiene en silencio respirando algo agitado y mirando al suelo—¡Era Edward!—chilla Alice mientras entra a la cocina junto con mi hermana. Ambas la miramos sorprendidas—Rosalie le dijo porque vine y ahora se ha vuelto loco.
Ay por favor, ¿no podemos estar tranquilas al menos unas horas? ¡La puta madre! ¡Estaba a punto de besar a mi jodido crush! ¡¿QUE TE HE HECHO PARA QUE ME HAGAS SUFRIR ASÍ, DIOS?!.
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Bella mira a Jacob molesta—¡¿Porque?! ¡¿Porque no me dejaste hablar con el?!—se acerca a él pero me interpongo antes de que el se salga de control.
—El no preguntó por ti, sino por Lena y Charlie—le responde igual de molesto acercándose, pongo mi mano en su pecho deteniendo su avance.
—¡No me importa!—le grita mi hermana con furia y desesperación.
—Bella, Bella—la llama Alice tomándola del brazo—Edward fue con los Vulturi, también quiere morir—le dice con preocupación. Abro la boca sorprendida, mi hermana la mira igual y la desesperación se apodera de ella, corre a no se donde y Alice sale de la casa con rapidez para subir a su auto y ponerlo en marcha.
Miro confundida a Jacob sin saber que está sucediendo ahora, el continúa molesto y con las facciones tensas. Los pasos apresurados de mi hermana al bajar las escaleras llaman mi atención, con el ceño fruncido salgo de la cocina rápidamente para ir detrás de ella y salir de la casa. Por consecuencia el moreno viene detrás de mi—¡¿A donde carajos se supone que vas?!—le grito a sus espaldas.
—Tengo que ir a detenerlo—me responde agitada caminando hacia el auto negro.
La miro totalmente sorprendida—¡¿Estás loca Bella?! ¡No puedes ir a buscarlo! ¡El té dejó botada, herida y completamente desecha!—le grito intentando detenerla pero ella sigue caminando.
—No dejaré que se mate por sentirse culpable. No podría vivir sin él—me responde con la voz cortada mientras rodea el auto para subir al asiento el copiloto.
—¿Y qué hay de papá y de mi? ¡Bella, esto no está bien! ¡No puedes correr detrás de él después de lo que te hizo!—le grito más molesta que nada. Jacob me abraza ligeramente por la cintura—¡El té destrozo! ¡Se largó sin importarle cuánto iba a dolerte! ¡Te dejo para hundirte en la miseria y ahora tu vas a ir al otro lado del mundo corriendo para salvar su trasero!.
—Tengo 18 años, soy libre de irme y le dejé una nota a papá—me responde seca ignorando el resto de mis palabras. Se sube al auto a lo que yo me meto por la ventanilla de Alice y apago el auto, ambas me miran sorprendidas.
—No puedes hacerlo Bella. Si el te amara como tanto profesó no habría hecho nada de lo que hizo. Habría resistido y habría peleado por quedarse a tu lado—le digo comenzando a sentirme desesperada y dolida.
