|| Historia basada en la saga cinematográfica de Crepúsculo ||
• Alena Swan decide acompañar a su hermana en su regreso a Forks, sin saber que todo lo que creía surreal existe, es tangible y visible, que su vida cambiaría por completo. Y mucho menos...
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5 meses después...
Narra Alena
Después de la boda de Emily todo se ha mantenido tranquilo. Ellos regresaron de su Luna de miel en Italia después de una semana y media, aunque más bien, Emily tuvo que ser prácticamente arrastrada al avión. Quedó totalmente enamorada del país y su cultura, por lo cual a Sam le costó demasiado hacerla volver a su querido hogar. Incluso hasta ahora no deja de hablar sobre el increíble viaje que tuvieron, parece que no dejará de hablar de ello hasta que su primer bebé nazca.
Su vientre crecido considerablemente, en dos meses más su pequeña nacerá en un ambiente lleno de protección y testosterona, por qué si, es una niña. Ni Sam ni ella quisieron esperar a saber el sexo del bebé hasta su nacimiento, además así sería mucho más fácil para organizar el baby shower que Kim tanto le insistía en tener. A la tercera semana del regreso de la luna de miel, la rubia estaba que vomitaba arcoíris y flotaba por todos lados ya que Jared por fin se decidió a pedirle matrimonio.
Después de algunos desacuerdos el se decidió hacerlo, principalmente porque Kim estaba muy dolida y molesta, ya que para ella el matrimonio tiene valor e importancia, además de que siempre soñó con casarse, vestirse de blanco y que su padre la llevase al altar. El lo consideraba algo banal ya que la imprimación es mucho más poderoso que un pedazo de papel, además creía que vivir con ella ya era suficiente y establecía su relación.
Por ello tuvieron algunas peleas en las que Kim terminó llorando y viviendo en casa conmigo y con Jacob por algunos días. Al final de la travesía terminaron casándose un mes después de la propuesta con una fiesta sencilla pero preciosa y que cumplió el sueño de la rubia, su luna de miel la pasaron dos semanas en casa del castaño sin ser molestados para absolutamente nada.
Por otro lado, Emma y Embry van viento en popa. Llevan su relación a paso lento pero ambos van excelente, son tranquilos y definitivamente los más cursis del grupo, cosa que les ha ganado muchísimas burlas de parte de los chicos. Para este punto la chica está más que acostumbrada a las personalidades de todos y a que por cualquier cosa se puede volver el objeto de las bromas de los demás, aunque es sólo una muestra de afecto y de aceptación entre ellos.
La misma aceptación que tuvo que sufrir James, el chico que es la impronta de Leah. El chico resultó ser un verdadero amor de persona, enseguida se ganó los corazones de las chicas y el respeto de los chicos, los cuales lo justificaban con que el rubio resultó ser muy valiente y hasta un santo por soportar a Leah y su actitud borde, personalidad ruda y antipatía total. Aunque en realidad, ella resuelta ser una persona totalmente diferente cuando se trata de James.
Es un chico muy atento de familia tranquila y pequeña que vive en el centro de Forks con sus padres y su hermana menor. Acababan de mudarse de Canadá cuando se encontraron en La Push, decidieron vigilar la playa como parte del recorrido que Sue,—muy amablemente—, se ofreció a darles. Ya que el mundo es tan pequeño como un pañuelo, resultó ser que la madre de James y la mujer Clearwater, son amigas desde pequeñas.
