|| Historia basada en la saga cinematográfica de Crepúsculo ||
• Alena Swan decide acompañar a su hermana en su regreso a Forks, sin saber que todo lo que creía surreal existe, es tangible y visible, que su vida cambiaría por completo. Y mucho menos...
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Si había alguien en el mundo que siempre apoyaba a Lena, la secundaba en sus locuras y le daba los consejos sobre hombres, más sinceros, directos y acertados, era Sean. Desde que se mudó a Italia, donde lo conoció a él y a Ryan, supo que jamás estaría sola y que nunca habría un solo hombre en la tierra que la quisiera de la misma forma tan sincera y leal, en que ambos la quieren. O al menos hasta que se reencontró con Jacob.
También sabía que jamás, ningún tipo le haría daño sin tener dolorosas y tal vez, permanentes consecuencias que ambos hermanos les provocarían con todo gusto. Porque así son ellos, protectores y cariñosos con ella. Ellos la recibieron con los brazos abiertos, la integraron a su familia y no la consideran sólo la hija de la mejor amiga de su madre, no. Para ellos, Lena es la hermana menor que nunca tuvieron pero que valoran con todo su corazón.
Ya que así como ellos se preocupan por ella, Le a también se preocupa por ellos. Siempre fueron demostrativos y demasiado cómplices, especialmente cuando Sean y Lena cubrían a Ryan en sus fugas nocturnas para ir a los Club a beber como maniaco. Aunque eso disminuyó considerablemente gracias a la pelinegra, quien le puso un alto a Ryan con varios sapes y gritos, aún más cuando tuvo un accidente de auto, no grave pero al final, importante.
Siempre se preocuparía por ellos, porque son sus hermanos de otra madre y los quiere con todo su corazón. Con ellos vivió prácticamente la mitad de su vida, aprendió a conducir gracias a Ryan, perfeccionó sus conocimientos de defensa gracias a Sean, ambos le enseñaron a hablar italiano y ambos la cuidaron todo el tiempo que estuvo allá. E incluso, cuando Amara falleció, Ryan se hizo cargo de ella.
Aunque su madre nunca dejó de cuidarla económicamente, el mayor de los O'Donell se hizo cargo suyo, siguió cuidándola, ayudándola para terminar la carrera y seguir alentando su cerebro de Jimmy Neutrón. Algo que agradecería siempre, más en aquella época tan dolorosa para los chicos. Ellos fueron criados sólo por Amara, ya que su primer pareja la dejó en cuanto supo que esperaba a Ryan, estaban en la Universidad y el cabrón simplemente dijo que no estaba listo para ser padre. Al día siguiente ya no lo volvió a ver.
Según escuchó que gracias a las influencias de su padre, lo cambiaron a una Universidad de prestigio en Australia. Así que, gracias al apoyo incondicional de sus padres y las oportunidades que le ofrecieron gracias a su desempeño académico, Amara se mudó a Italia y ahí tuvo a Ryan mientras aún estudiaba, le dio los apellidos de su familia y vivió feliz con el por varios años. Cuando Ryan tenía siete, su madre conoció a Miguel, un atractivo y trabajador hombre que nació en México,—al igual que ella—, pero que creció en Italia desde los 10 años.
Lo conoció gracias a su compañera de trabajo más cercana, los presentó en su fiesta de cumpleaños cuarenta y tres, y en ese mismo instante tuvieron química. Salieron por varias semanas para conocerse y acoplarse el uno al otro ya que no habían tenido una pareja en un largo tiempo, entonces, cuando Amara le contó sobre Ryan, Miguel no lo tomó como un impedimento para estar con ella, al contrario, acogió al chico como su propio hijo.
