|| Historia basada en la saga cinematográfica de Crepúsculo ||
• Alena Swan decide acompañar a su hermana en su regreso a Forks, sin saber que todo lo que creía surreal existe, es tangible y visible, que su vida cambiaría por completo. Y mucho menos...
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1 año después...
—¡Emily deja de moverte!—grita Lena desesperada intentado terminar de maquillarla.
—¡Vas a arrugar el vestido! ¡Quédate quieta!—grita Kim esta vez intentando arreglar el vestido blanco y liso que su amiga está usando.
—¡No! ¡Déjenme! ¡Me largo!—Emily se levanta de un salto y corre hacia la ventana dispuesta a huir sin importar cuánto le cueste o que arriesgue su físico.
—¡¿Pero qué haces?!—grita enseguida la pelinegra escandalizada. Kim y ella corren hacia la morena para detenerla—¡No me obligues a usar la fuerza Emily!—amenaza tirando de sus piernas hacia atrás mientras ella se sostiene del marco de la ventana abierta con fuerza.
—¡Arrugas el vestido, estúpida!—le grita la rubia aterrada mientras la rodea por el estómago—Por dios, todo estará bien. ¡Tienes que calmarte!—la suelta de ahí para acercarse a la ventana y hacerla soltar las manos de ahí.
La trihíbrida suelta un bufido levantando la mano derecha activando su don, enseguida Emily se queda quieta como estatua, haciendo a Kim mirarla confundida. Al ver la bruma morada de su amiga emanar de su mano, comprende lo que ha hecho, así que retira las manos de Emily para que Lena pueda cargarla con cuidado hasta dejarla sentada sobre la silla donde antes estaba.
Sólo que ahora mira a la nada como perdida en algún lugar del espacio y respira totalmente tranquila, tanto como estaba esa misma mañana antes de que sus damas de honor llegaran para ayudarla a prepararse. Porque el gran día para ella y Sam ha llegado por fin, su boda se llevará a cabo hoy después de tanto tiempo de espera y tantos problemas de por medio. Razón por la cual se encontraba vomitando arcoíris y regando felicidad a donde quiera que fuera, aunque ahora es sólo una mujer muy asustada.
—Que gran momento para que le de un ataque de pánico—murmura Kim con la respiración entrecortada mientras ajusta la bata de seda lila a su cuerpo. Debido al ajetreo esta se soltó un poco.
—Ni que lo digas—Lena rueda los ojos ajustando la suya de igual forma.
La rubia arregla el vestido de la novia con sumo cuidado y comienza a pasar una plancha suavemente para eliminar cualquier mínimo rastro de una arruga. Mientras tanto, Lena continúa encargándose de su maquillaje, el cual debe estar listo tan rápido cómodo sea posible para poder irse a la ceremonia. Call It Like I See It de Big Time Rush resuena de fondo amenizando el ambiente y devolviendo la diversión.
—¿Ya pudieron con la fiera?—pregunta Emma asomándose con cautela a través de un pequeño espacio al abrir la puerta.
Hace unos momentos Emily le lanzó un zapato directo a la cabeza para que dejara de peinarla, fue lo primero que delató el ataque de pánico que estaba teniendo, o bueno, a punto de tener. Por ello es que Lena le dijo que las dejara encargarse hasta que fuera seguro. La trihíbrida ríe levemente asintiendo hacia Emma, la menor del grupo y la impronta de Embry. Es una preciosa chica de 17 años, cabello castaño y rizado, ojos cafés, piel tostada y sonrisa blanca que trabaja en una cafetería en el centro de Forks.
