|| Historia basada en la saga cinematográfica de Crepúsculo ||
• Alena Swan decide acompañar a su hermana en su regreso a Forks, sin saber que todo lo que creía surreal existe, es tangible y visible, que su vida cambiaría por completo. Y mucho menos...
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En cuanto Jake se prepara, nos da indicaciones sobre que hacer para comenzar las reparaciones de las motos, en este caso, tendremos que iniciar desde cero para hallar cualquier desperfecto, o cualquier pare que necesite una pieza nueva como reemplazo. Entre los tres comenzamos a desmontar y desarmar lo que se necesite.
Mi hermana extiende una tela blanca en el suelo a petición de Jake, ahí ponemos todas las piezas en orden para evitar perder alguna o confusiones. Bella y yo las desengrasamos con paciencia y cuidado mientras Jake limpia el esqueleto de la motocicleta. Cuando comenzamos a limpiar y pintar la armadura para pulirla al final de la reparación y que le de una mejor estética, Jake comienza a armar y a colocar piezas sólo como el sabe hacerlo.
Una canción curiosa y con mayor sonido de lo que yo pienso es guitarra, sueña de fondo a través de la radio de Jake. Por supuesto la música no dura mucho, ya que mi hermana se pone de pie y apaga el aparato para después volver a colocarse a mi lado y continuar con la limpieza de las piezas.
—Es una buena canción—comenta Jake debido a la acción de mi hermana pero sin dejar de hacer su trabajo.
—Es que ya no me gusta la música—responde ella sin quitar la mirada de las piezas. Jake me mira confundido y yo niego con la cabeza casi imperceptiblemente para evitar que diga algo, entonces el asiente comprendiendo.
—De acuerdo, no más música—le dice y se que Bella se lo agradece en su mente.
—Creo que si vamos a estar haciendo esto todos los días, deberíamos encontrar espacio para tus tareas. No quiero que Billy crea que somos una mala influencia para ti—comenta mi hermana cambiando el tema. Jacob y yo la miramos divertidos, yo río por lo bajo a lo que mi hermana me golpea juguetona.
—¿Tu influyéndome? Por favor—responde Jake divertido.
—Soy mayor que tú así que yo te puedo influenciar—le dice con un tono de voz ligeramente ofendido—Bueno, en realidad ambas somos mayores que tú.
—Claro pero Billy sabe que soy un ángel—le digo a lo que ríe alto como si le hubiera dicho un chiste. La miro mal intentando no reír pero Jake ríe también, niego con la cabeza divertida
—No no no, mi tamaño y sabiduría me hacen mayor que ustedes, por sus caras pálidas y clara falta de conocimiento—se mofa señalándolos, yo lo miro mal.
—Hey niño, no olvides que estoy graduada de medicina y que mi IQ es de 175—lo señalo ofendida, el me sonríe.
—De acuerdo, tú eres la excepción—me guiña un ojo sin dejar de sonreír, yo asiento conforme e ignoro el sonrojo en mis mejillas.
—Danos mérito. Logramos convencerte de reparar dos maquinas mortales, ¿no crees que eso te hace joven e ingenuo?—habla mi hermana intentando ganar la discusión.
