|| Historia basada en la saga cinematográfica de Crepúsculo ||
• Alena Swan decide acompañar a su hermana en su regreso a Forks, sin saber que todo lo que creía surreal existe, es tangible y visible, que su vida cambiaría por completo. Y mucho menos...
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Especial Hermanos O'Donell
Narrador Omnisciente
Ryan entra directo a casa después de un largo día de trabajo. Deja su maletín junto a la puerta, de quita el saco para colgarlo en el perchero junto a esta y comienza a adentrarse más en la casa. Enciende algunas luces mientras se dirige a la cocina para poder cenar algo, este día fue ajetreado y apenas pudo probar bocado por la mañana. Desde entonces sólo ha podido beber agua y comer algún que otro chicle de hierbabuena.
Abre el refrigerador para sacar la lasaña que se encargó de preparar la noche anterior. Ignora el ruido fuera de la casa, exactamente en su patio trasero, de seguro es su hermano menor por lo que le resta importancia. Sirve un poco de la lasaña en un plato de porcelana blanca y lo mete al microondas para dejarlo algunos minutos, mientras devuelve el refractario al refrigerador y procede a servirse un poco de vino tinto.
Cuando los golpes fuera de la casa se vuelven más fuertes y rápidos, su ceño se frunce y procede a salir de ahí para cruzar el ventanal de cristal con puerta corrediza. Las luces fijas en la pared están encendidas al igual que algunas de las otras distribuidas en el patio, entonces ve a su hermano, en ropa deportiva golpeando el saco de boxeo como si este tuviese vida y le hubiese hecho algo horrible. Su gesto es uno de rabia pura y toda dirigida a ese saco.
Se cruza de brazos mirándolo con una ceja alzada, se recarga contra la columna de madera que sostiene un pergolado y cubre el columpio de madera que tanto le gustaba a Lena y que construyeron para ella.
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—¿Que te ha hecho ese pobre saco?—le pregunta divertido. Su hermano bufa pero no responde, continúa atacando el saco de boxeo—Es porque no has hablado con Lena, ¿verdad?—otro bufido que lo hace rodar los ojos con fastidio—De verdad no entiendo porque actúas como un niño.
Sean detiene su actuar para mirarlo molesto, al igual que lo ha mirado desde hace varias semanas, exactamente desde que peleó con la mayor de las Swan.
—¿Yo actúo como un niño?—le pregunta incrédulo—Ella le perdonó lo que le hizo sólo porque ese idiota le endulzó el oído. Me preocupo por ella pero parece no importarle y...
