⟢ CHAPTER SIXTY EIGHT ⟣

948 87 2
                                    

Suelto una carcajada cuando Zachary levanta el pequeño balde de plástico lleno de agua jabonosa y lo vierte encima de su padre entre risas e ignorando las peticiones de Jacob respecto a que debe quedarse quieto mientras intenta lavar su cabello

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Suelto una carcajada cuando Zachary levanta el pequeño balde de plástico lleno de agua jabonosa y lo vierte encima de su padre entre risas e ignorando las peticiones de Jacob respecto a que debe quedarse quieto mientras intenta lavar su cabello. Mi esposo ríe junto con nuestros cachorros y conmigo. Evan, Aaron y Zachary están desnudos dentro de la tina con el agua cubriéndolos hasta el pecho y mucha espuma rodeándolos y entreteniéndolos.

Flotando sin ningún orden, hay tres patitos de hule amarillos, dos baldes de plástico blancos y tres pelotas de plástico de los colores del arcoíris pero del tamaño de pelotas de tenis para que jugueteen y disfruten el baño. Jake y yo estamos en lados contrarios quedando frente, con las piernas dentro del agua y ya algo mojado a debido a la hiperactividad de nuestros hijos en el agua.

—Comienzo a creer que Aaron será un buen nadador—comento divertida mientras veo a mi bebé moverse como puede por la tina siendo sostenido por su padre. De los tres es el que más disfruta del agua.

Jacob ríe levemente—¿Sería buena idea inscribirlo en clases de natación cuando sea recomendable?.

—No estoy muy segura. Podemos discutirlo con un pediatra, investigar a qué edad es recomendable y estar seguros de que es seguro para el estar entre personas... ya sabes, normales—suelto un corto suspiro—No me gustaría que hubiera un accidente por su futura fuerza o velocidad.

—Lo sé nena. También me preocupa eso, ambos sabemos que no podrán crecer de manera normal como tú o cómo yo—un destello de tristeza se instala en sus ojos. Uno que estoy segura también tengo yo—Pero no por ello serán menos felices, eso te lo aseguro.

—Por supuesto. Nos encargaremos de que sean felices, amados, de que estén a salvo y tengan todo lo que merezcan en el mundo—asiento con una sonrisa pequeña y la mirada perdida en mis tres cachorros. Acaricio la cabecita de Evan retirando la espuma sobre ella, mientras el juguetea con los dedos de mis pies. Al parecer el barniz morado brillante en mis uñas le provoca mucha curiosidad—¿Crees que deberíamos hacer las pruebas pronto?. No quisiera apresurarme a los hechos, pero tampoco retrasarlo y que después sea más difícil.

—Bueno, a mi tampoco me gustaría eso pero por ahora están bien. Crecen con normalidad, Carlisle dice que están muy sanos y que por ahora todo está bien con ellos. No creo que debamos preocuparnos, sólo disfrutar nuestro tiempo con ellos.

Suelta un suspiro, la mirada de ambos se pierde en los tres cachorros que ahora se agitan emocionados por el agua que les salpica el rostro de vez en cuando y por la espuma que a veces flota por el espacio hasta deshacerse.

—¿Tu también los imaginas yendo a la universidad? ¿O listos para ir a su primera cita?—una sonrisa enternecida se forma en mis labios. Jacob ríe ligeramente.

—Claro que si. Serán unos rompecorazones como su padre—asegura orgulloso.

Mi mirada es de pura confusión e incredulidad hacia el, me quedo en silencio algunos segundos pero inevitablemente en segundos estoy prácticamente falleciendo por la risa. Mi esposo me mira sumamente ofendido y con el ego de macho más que herido.

《 The Wolf's Love 》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora