|| Historia basada en la saga cinematográfica de Crepúsculo ||
• Alena Swan decide acompañar a su hermana en su regreso a Forks, sin saber que todo lo que creía surreal existe, es tangible y visible, que su vida cambiaría por completo. Y mucho menos...
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—Alice—murmura soñador mientras la mira caminar hacia el. Ella nos mira con media sonrisa y preocupación en la mirada sin detener el paso acompañada de su pareja. Al acercarse más, Dimitri y otros dos vampiros los detienen con brusquedad mientras los empujan hacia atrás—Mi querida Alice, que gusto me da verte aquí después de todo.
—Tengo pruebas de que la niña no será un riesgo para nosotros. Te mostraré—le dice segura ofreciéndole su mano, gesto que parece convencer por completo a Aro. Con un gesto, el líder le ordena a Dimitri que la deje acercarse, pero la vampira se adelanta empujando su brazo con brusquedad para pasar junto a él directamente a Aro.
Antes de que Dimitri vaya detrás de ella aprovecha para soltarle una bofetada a Jasper, quien por supuesto se molesta dispuesto a devolvérselo, pero es detenido por otros dos sirvientes de Los Vulturi. En cuanto la mano de Aro envuelve a la de la Cullen, su mente es invadida por la visión que ha tenido y su vista se pierde el algún punto de la nada, su gesto apenas y se inmuta.
—Aún viéndolo todo, ¿no cambiarás tu decisión?—ella retira su mano con brusquedad para luego girarse un poco para mirar a las mellizas y murmurarles un "Ahora".
El gesto de ambas se contrae por preocupación sabiendo que es lo que viene, por lo cual Bella sube a su hija al lomo de Jacob, quien es el encargado de llevársela hasta la zona de seguridad donde se reencontrará con su impronta. Mientras tanto, Alice le suelta una fuerte y rápida patada a Aro en el rostro, lo cual lo hace volar muchos metros en al aire hacia arriba y atrás, oficializando así la pelea.
La trihíbrida mira su novio—Cuídala. Los alcanzaré después.
El licántropo la mira aún dudoso del plan pero le hace caso y enseguida sale corriendo en dirección al bosque para perderse entre los árboles. La mirada de Isabella es de puro dolor, parece que le han arrancado una parte del alma de un tajo, así que su hermana toma su mano transmitiéndole fuerza. Cuando Aro se recompone después de caer sobre la nieve y haber enterrado las manos en el suelo para detenerse, le da una mirada a un par de sus guardias quienes enseguida atrapan a Alice por los brazos evitando que se aleje.
—Llévensela—ordena furioso provocando que Jasper se mueva con más violencia internado soltarse.
—¡No! ¡Déjenla ir!—exclama Carlisle molesto y preocupado por ella. Enseguida corre hacia ellos dispuesto a defenderla.
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