|| Historia basada en la saga cinematográfica de Crepúsculo ||
• Alena Swan decide acompañar a su hermana en su regreso a Forks, sin saber que todo lo que creía surreal existe, es tangible y visible, que su vida cambiaría por completo. Y mucho menos...
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Narrador Omnisciente
Frío y tensión. Silencio y miedo.
Lo único que puede sentirse alrededor de cada presencia que está plantada sobre la nieve en la tediosa espera de aquellos que prometen la muerte. Por alguna extraña razón y tal vez mera coincidencia, aquello pudo influir en que todos decidieran usar ropa obscura y muy lúgubre en la opinión de Lena, además de que así es imposible que pasen desapercibidos entre el paisaje que en su mayoría es blanco.
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Los orbes azules de la pelinegra se pasean por toda la extensión del gran claro cubierto de hielo y rodeado de una infinidad de árboles altos y también cubiertos de nieve. Con la respiración tranquila y el corazón calmo, se mantiene totalmente alerta de cualquier extraño que esté cerca o de cualquier posible ataque en un lugar en el que están totalmente desprotegidos. Sus botines negros se hunden un poco en la nieve pero resulta ser irrelevante cuando el peligro le eriza la piel de aquella forma.
Suelta un suspiro bajo y acomoda su chaqueta favorita de piel comenzando a perder la poca paciencia que le queda. Algo que resulta ser extraño, ya que los últimos días fueron apenas fugaces una vez que lo piensa y no los suficientes para disfrutar la vida antes de llegar a este momento. Hace días no quería que esto llegara y ahora siente sus manos temblar de ansia por comenzar.
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Gira la cabeza mirando a su hermana a su izquierda, junto a ella esta Ness y a su lado Edward. Los cuatro de pie prácticamente en el centro del grupo que han formado, a unos metros están los demás igualmente en pequeños grupos o parejas. A su derecha se encuentra Ryan, tomando su mano dándole fuerza, especialmente porque aún no hay ni una señal de Sean. Y lo único que le preocupa es que esté bien, no importa si decide no ayudarla.
