|| Historia basada en la saga cinematográfica de Crepúsculo ||
• Alena Swan decide acompañar a su hermana en su regreso a Forks, sin saber que todo lo que creía surreal existe, es tangible y visible, que su vida cambiaría por completo. Y mucho menos...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Pasea su mirada por cada uno de los vampiros y amigos a sus espaldas asegurándose de que ellos realmente están bien, entonces comprende que se ha metido en la mente de la castaña de manera inconsciente y que todo lo que ha creído y sentido tan real, era sido sólo una visión. Una que definitivamente le ha quitado a Aro toda intención de iniciar una pelea contra los Cullen, o al menos eso parece hasta ahora. Sus ojos reflejan verdadero miedo, terror de que su larga supremacía termine por fin.
Inspira hondo sintiendo su corazón tranquilizarse conforme los segundos pasan. Aún así se obliga a concentrarse en lo que sucede y en no olvidar todo lo que ha visto para así corregir lo que en su opinión, definitivamente no debe pasar.
—Ya lo has visto, ese es tu futuro y pro ello es que mi sobrina no es un riesgo para nadie—se escucha a Alice decirle a Aro—. A menos que decidas alterar su curso.
El la mira atónito—No podemos hacer eso, la niña sigue siendo una gran amenaza—le dice Caius a su hermano cuando se ha situado a su derecha.
—Y si aseguran que se mantendrá oculta de los humanos, ¿podemos irnos en paz?—pregunta Edward llamando la atención de ambos.
—Por supuesto, ¿pero como piensan hacerlo?—le pregunta en respuesta el rubio.
—Ya te lo dirán.
Le asegura Edward con una sonrisa de lado mientras mira a Alice quien sonríe hacia ellos sabiendo que han ganado, por ahora. Entonces un hombre y una mujer que parecen ser de alguna tribu, caminan con tranquilidad hacia los Vulturi. Visten ropa de color marrón que parece ser piel. acompañada de sandalias delgadas de un tono de marrón más oscuro. Usan múltiples accesorios como collares, pulseras y tobilleras artesanales que suenan al chocar por el movimiento de sus cuerpos al moverse.
Ambos son de piel morena y cabello negro, sus rostros tienen un poco de similitudes y que notas después de algunos segundos.
—Estuve buscando a mis propios testigos en las tribus Tikuna de Brasil—explica Alice una vez que ambos desconocidos se han situado junto a ella.
—Déjala hablar—ordena Aro bruscamente callando a su hermano.
—Yo soy mitad humano y mitad vampiro, pero no como la mayor—el chico de cabello trenzado habla dándole una mirada a la trihíbrida—, soy más como la niña. Un vampiro sedujo a mi madre quien murió al darme a luz, mi tía Wealen fue la que me crió—mira a la mujer de cabello ruloso que está a su lado—Yo la hice inmortal años después.
—¿Qué edad tienes?—le pregunta Bella inevitablemente dando un paso hacia el frente, ambos testigos se giran para mirarla.
—Ciento cincuenta años.
El alma de la neófita vuelve a su cuerpo en cuanto lo escucha, mira a su hija con una sonrisa aliviada sabiendo con certeza que tendrá mucho tiempo para ella. Podrá verla crecer, reír, llorar, enamorarse, podrá acompañarla en cada paso que de y cuidar de ella como todo padre desea hacer con su hijo.
