|| Historia basada en la saga cinematográfica de Crepúsculo ||
• Alena Swan decide acompañar a su hermana en su regreso a Forks, sin saber que todo lo que creía surreal existe, es tangible y visible, que su vida cambiaría por completo. Y mucho menos...
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Narrador Omnisciente
La humana nacida en Forks continúa caminando entre el grupo de vampiros, de los cuales sólo conoce a dos. Su novio,—con quien acaba de volver hace como 3 minutos—, y Alice, su cuñada. Ellos y el resto de los vampiros caminan en silencio a través de los largos pasillos mayormente hechos de ladrillos y piedra que denotan la antigüedad del lugar y que la conducen a un lugar desconocido. Los tacones de la vampira rubia que encabeza el camino, resuenan en las baldosas de mármol bien pulido y brillante.
—Sono i benvenuti—los saluda una amable recepcionista que se pone de pie con una sonrisa en cuanto los ve venir.
"—Son bienvenidos—".
Bella fija su mirada en ella más que confundida por su inusual presencia. Sin darle respuesta a la mujer castaña, continúan caminando recto por el pasillo sin detenerse.
—¿Acaso es humana?—pregunta la Swan por lo bajo para evitar ser oída, aunque por supuesto de nada sirve. Edward asiente en silencio, entonces la humana entiende la razón por la que la recepcionista se encuentra ahí—Quiere ser vampiro—afirma.
—Y lo será pronto—añade Demetri detrás de ellos sin perder el gesto de seriedad.
—O el postre—comenta Jane con un tono burlón en la voz.
En ese momento, la rubia que es quien lidera al grupo, empuja un par de puertas obscuras y largas que dan acceso a una sala hecha en su totalidad de mármol puro. Es de forma circular y tiene una gran cúpula con un traga luz que apenas permite la incidencia de los rayos del Sol. Frente a ellos, hay tres sillas negras una junto a la otra, de respaldo alto con un símbolo dorado en la punta que simulan ser tronos, sentados en ellas, los famosos tres hermanos líderes de los Volturi.
—Hermana, te enviaron a traer uno y trajiste dos y medio...—se escucha decir a Alec a la rubia quien camina hasta colocarse a su lado con tranquilidad—Que chica tan lista.
—¡Que alegría!—Aro se levanta enseguida de su asiento para bajar los tres escalones frente a él y acercarse a sus invitados—Bella está viva después de todo. ¿No es eso maravilloso?—junta sus manos mientras sonríe abiertamente y se acerca hasta tomar las de Edward—Me encanta un final feliz—añade.
Bella lo mira comenzando a sentirse asustada y con el corazón acelerado, cosa que nota cada vampiro gracias a sus sentidos agudizados. Mientras, el hombre de cabello obscuro y largo hasta debajo de los hombros, se adentra en los múltiples pensamientos del telépata quien luce preocupado e incómodo por la intromisión en su mente.
—Vaya, la tua cantante—murmura Aro posando su vista en Bella fugazmente. Su ceño se frunce a continuación—Dos tuas cantantes, increíble —murmura sorprendido mirando a sus hermanos—Jamás había oído nada igual—añade mirando al telépata. La humana lo mira sin entender mientras que Edward se tensa en su lugar—Su sangre te atrae tanto que me provoca sed—añade sintiendo el equivalente a "se me hace agua la boca"—¿Como soportas estar cerca de ellas?.
