|| Historia basada en la saga cinematográfica de Crepúsculo ||
• Alena Swan decide acompañar a su hermana en su regreso a Forks, sin saber que todo lo que creía surreal existe, es tangible y visible, que su vida cambiaría por completo. Y mucho menos...
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Mientras termino de hacer las dos pizzas de pepperoni, escucho a mi hermana hablar por teléfono con papá estando en la sala de estar en el siguiente nivel. Entiendo bien cuánto le duele mentirle y estar tanto tiempo alejada de él, más en esta condición, lo entiendo porque me siento de igual forma. Aunque diariamente después de mis turnos en el hospital, voy a visitarlo al menos unas horas.
Suelo comprar despensa y prepararle algo de comida para que pueda llevar a su trabajo, más para cuando tiene turnos dobles o para cenar al volver a casa. Está más que preocupado por el bienestar de Bella y la verdad dudo que siga creyendo lo que ella le dice por más tiempo, mi padre no es nada tonto, y aunque no me lo diga, creo que también sospecha de mi, por lo cual he pensado en regresar a casa.
Ir a mis turnos en el hospital de manera normal, ver a Bella un rato en la casa Cullen y volver. Además su estado ha mejorado mucho y el tiempo que no estoy ahí, está bien cubierto con la presencia y sabiduría de Carlisle, al igual que la compañía de Esme y el resto de la familia. Aún no lo he decidido, pero Jacob parece estar de acuerdo, le preocupa lo triste que parece estar mi padre, quien también suele pasar más tiempo con Billy en la Reserva.
Al igual que yo, el volvería a pasar más tiempo en su casa junto con Seth y Leah, aunque vendrían cada cierto tiempo para hacer recorridos y asegurarse que el resto de la manada no está cerca y lista para clavarle los colmillos en el cuello a mi hermana. Además tiene que concentrarse en conseguir un empleo para pagar la matrícula de Universidad a la que piensa entrar en unos cuantos meses en los que planea "descansar".
Así que tengo que tomar una decisión pronto, por el bien de mi padre y el mío.
A unos pasos de mi, Edward termina de vaciar otra bolsa de sangre en un vaso de unicel para después subir con mi hermana a la sala, quien de seguro ya está muriendo de hambre gracias a la bestia dentro de ella. Suelto un suspiro y comienzo a recoger todo lo que he usado para preparar la comida y dejar todo tan limpio como suele estar.
Cuando termino miro mi reloj, dándome cuenta de que ya ha pasado media hora así que me pongo un guante de cocina y camino hasta el horno, lo abro liberando el aire caliente que estaba encerrado y descubro un poco ambos sartenes con aluminio como cubierta para revisar la cocción de las pizzas. Con la espátula me aseguro de que esté todo en orden y procedo a apagar el horno para sacar los sartenes de ahí y dejarlos sobre la isla de granito blanco pulido.
Las descubro por completo permitiéndome aspirar su delicioso aroma, sonrío orgullosa por lo bien y apetitosas que lucen. Comienzo a cortarlas con el rodillo metálico como se suele hacer, toma una de ellas para colocarla en un plato de porcelana y subir a la sala donde están mi hermana y mi cuñado charlando. Últimamente han estado más unidos, no tanto como antes de que se fueran a su Luna de Miel, pero ya no se siente el dolor y la tensión en el ambiente cuando ambos están en la misma habitación.
Apuesto a que ninguno está tranquilo del todo, ya que los riesgos del nacimiento siguen siendo latentes, pero al menos Edward parece no estar tan molesto con ella como al inicio del embarazo. Una sonrisa se forma en mi rostro al verla sonreír como no hacía desde hace mucho, Edward está hincado frente a ella mientras mantiene una mano en su vientre y una sonrisa de conmoción en su rostro. Me acerco a ambos con tranquilidad sin borrar mi sonrisa.
