|| Historia basada en la saga cinematográfica de Crepúsculo ||
• Alena Swan decide acompañar a su hermana en su regreso a Forks, sin saber que todo lo que creía surreal existe, es tangible y visible, que su vida cambiaría por completo. Y mucho menos...
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Hasta que colgué la llamada con Sean, pude darme cuenta del mensaje de mi hermana. Lo envío hace como media hora para decirme que Jacob se había marchado y podía volver a su habitación para hablar. Así que me pongo de pie tan rápido como Flash para ir directa a su habitación, donde está sentada en su cama con la espalda contra la pared. Mira hacia su ventana con aire pensativo.
—Ya volví. Lamento haber tardado, estaba hablando con Sean—le digo en cuanto entro. Ella sale de su ensoñación y asiente mirándome, cierro la puerta detrás de mi y camino hasta la cama para sentarme frente a ella.
—No te preocupes. Ahora tengo que decirte lo que hablé con Jacob, necesitas saberlo—me dice con una mueca a lo que asiento, cruzo las piernas como indio y ella hace lo mismo. Suelta un suspiro y toma mis manos—Bien, para empezar me dijo que tiene un secreto, uno grande que no puede decirle a absolutamente nadie. También me dijo que tiene algo que ver con la leyenda que nos contó en La Push pero no entiendo de que trata. Dijo que no era su elección, que no podía cambiarlo, que está asustado y muy arrepentido de todo lo sucedido incluyéndote a ti—mi cuerpo se tensa enseguida así que mi hermana acaricia mis manos para relajarme—Me dijo que el planeaba alejarnos para estar a salvo de su secreto y su vida ahora pero me que cuando te vio todo se salió de control. Estaba muy molesto consigo mismo por lo que le rodea ahora, estaba molesto de saber que tenía que herirte para alejarte, por eso te dijo todo eso Lena, para protegerte—yo me muerdo el labio para retener las lágrimas. Los recuerdos de aquella tarde vuelven a mi haciéndome sentir de la mierda—También le dije que debería irse contigo, a un lugar tranquilo solo ustedes. Le dije que tú lo harías y el no dudó en decir que el también lo haría, el té quiere Lena, sólo cometió el error de herirte para protegerte como parece ser que todos hacen.
Nos quedamos unos minutos en silencio, me mantengo pensando en sus palabras pero lo único que puedo asimilar es "Te quiere Lena".
—No sé que pensar Bella. Todo lo que tenga que ver con el me confunde ahora, me duele y no quiero seguir sufriendo por un idiota al que no le importo—una lágrima cae por mi mejilla sin permiso a lo que la limpio rápidamente—Déjame concentrarme en una cosa a la vez—le pido a lo que asiente.
Suelto nuestras manos para levantarme y buscar el libro de leyendas Quileute que compró hace algunos meses ya. Tomo su portátil y una libreta junto con una pluma, repaso el libro rápidamente una vez que me siento frente a ella y dejo todo sobre su cama. Con un marca textos que le he pedido, subrayo palabras clave que pienso podrían ayudarnos a resolver tanto misterio.
Le ordeno abrir el portátil y buscar leyendas específicas que se mencionan de manera discreta a lo largo de los textos. En cuanto me entrega la computadora, abro el documento de Word en donde hicimos las anotaciones con referencia a nuestra investigación sobre la licantropía. Leo todo con rapidez haciendo que cada palabra e idea encaje perfectamente en mi cabeza, dándole sentido a las pistas y la charla con Jacob.
