|| Historia basada en la saga cinematográfica de Crepúsculo ||
• Alena Swan decide acompañar a su hermana en su regreso a Forks, sin saber que todo lo que creía surreal existe, es tangible y visible, que su vida cambiaría por completo. Y mucho menos...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Ambos se miran con una sonrisa y puro amor brillando en los orbes de ambos. Mi padre toma asiento junto a mi madre intentando disimular su tristeza. Todos los iniciados también toman asiento, la atención recae en el cura frente a los prometidos.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—Buena tarde a todos. Antes de comenzar quiero agradecerles por presentarse y formar parte de esta unión—con una sonrisa nos mira rápidamente—Muy bien, queridos hermanos; hoy estamos aquí para que Dios garantice con su gracia y voluntad el contraer Matrimonio ante el Ministro de la Iglesia. Cristo bendice copiosamente su amor conyugal con un Sacramento peculiar para que se guarden mutua y perpetua fidelidad y puedan cumplir las demás obligaciones del Matrimonio—mira a los novios con una sonrisa pequeña—Por tanto, ante esta asamblea les pregunto sobre su intención, Isabella Swan y Edward Cullen, ¿vienen a contraer matrimonio sin ser coaccionados, libre y voluntariamente?.
—Sí, venimos libremente—responden ambos al unísono mientras comparten otra mirada y una sonrisa.
—¿Están decididos a amarse y respetarse mutuamente, siguiendo el modo de vida propio del Matrimonio, durante toda la vida?—pregunta de nuevo el sacerdote.
—Sí, estamos decididos—responden al unísono.
El padre asiente—Bien, entonces los invito ahora a expresar su consentimiento—habla de nuevo—Así pues, ya que quieren contraer santo matrimonio, unan sus manos y frente a frente manifiesten su consentimiento y compromiso ante Dios, su familia y amigos.
Bien, el momento de los votos ha llegado.
Ambos se giran quedando frente a frente y se toman de las manos con suavidad—Yo, Edward Cullen, te quiero a ti, Bella Swan, como esposa. Hoy me entrego a ti, prometo serte fiel en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad y así amarte y respetarte por el resto de nuestras vidas, cada día incondicionalmente—habla con naturalidad pero muy sinceramente.
Ya siento las lágrimas venir. No puede ser.
—Yo, Bella Swan, te quiero a ti, Edward Cullen, como esposo. Hoy me entrego a ti, prometo serte fiel en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad, amarte y respetarte por el resto de nuestras vidas. Mi corazón es tuyo y siempre lo ha sido—habla mi hermana mirando anonadada al vampiro.
