|| Historia basada en la saga cinematográfica de Crepúsculo ||
• Alena Swan decide acompañar a su hermana en su regreso a Forks, sin saber que todo lo que creía surreal existe, es tangible y visible, que su vida cambiaría por completo. Y mucho menos...
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—A ver, a ver. ¿Estás diciéndome que tengo que hacer todo eso de pedirte ser mi cita antes de acompañarte?—la pelinegra mira a su novio incrédula. Jacob asiente divertido y de brazos cruzados—Pero si es tu graduación y tu me estás pidiendo que te acompañe—le rebate.
Jacob ríe levemente—Si, pero los chicos dijeron que sería divertido verte haciendo todas esas cosas cursis que suele hacer la gente para pedir una cita para un baile—se encoge de hombros. Alena se cruza brazos mientras promete mentalmente ahorcar a Quil y a Embry en cuanto los vea—Seré la envidia de toda la escuela cuando vean que una chica como tú va a pedirme ser su pareja y además me llevará al baile.
El gesto de Alena vuelve a mostrar la sorpresa que siente justo en ese momento—Un momento niño, a ver si entendí. Además de pedirte ser mi Prom, ¿también tengo que llevarte al baile?. Es decir, quieres la limo, que pase por ti y te lleve flores, que te diga lo lindo que te ves mientras que coloco la flor en el saco, ¿eso estás tratando de decirme?.
—Exacto—asiente Jacob con una sonrisa complacida—¿Lo harás?—sus ojos brillantes esperanzados mientras su novia aún lo mira atónita.
—A ver, no, tiempo, tiempo, tiempo. ¿Porque no hiciste tu eso por mi?—le pregunta cruzándose de brazos y con una ceja alzada.
—Porque A; tu fiesta de graduación fue en la casa Cullen y no fue como las graduaciones convencionales. Y B; no me lo pediste—le responde haciendo un gesto de "Duh". La chica abre la boca ofendida—¿Entonces si lo harás?.
La pelinegra suelta un suspiro mientras se debate internamente sobre si aceptar cumplir los deseos de Jacob o no. Y por más que intenta encontrarle algún pero o alguna razón por la cual es mal idea, la verdad, es que le encanta aquella petición. Siempre le ha parecido divertido y romántico ver aquellas peticiones,—algunas muy ingeniosas—, jamás recibió una así porque en parte es demasiado fácil llamar la atención y aquello no le gusta.
Y también porque en sus graduaciones en Italia, Sean y Ryan fueron quienes la llevaron como s pareja. Y no, no fue uno con ella a una de las fiestas y el otro a la otra, como cualquiera pensaría. Ambos la llevaron al mismo tiempo a ambas fiestas, por lo tanto nadie intentó invitarla al baile, ni mucho menos hizo todo el show de "Will you be my prom?". Aún así cabe aclarar que se la pasó genial gracias a aquellos dos hermanos.
Pero volviendo al punto, la idea de su novio no le desagradaba y tampoco le daría vergüenza hacer todo aquello frente a la gente de la reserva. Una, porque jamás le ha importado lo que piensen de ella, y dos porque por Jacob, definitivamente haría lo que fuese. Si el le pidiera robar un banco, atacar la Casa Blanca o esconder un cadaver, ella sería su cómplice sin dudarlo.
—De acuerdo, lo haré—asiente con una sonrisa. La mirada de Jacob pasa de una esperanzada a una de victoria, de pone de pie y alza los brazos profesando un grito—¡Hey! Pero...
