|| Historia basada en la saga cinematográfica de Crepúsculo ||
• Alena Swan decide acompañar a su hermana en su regreso a Forks, sin saber que todo lo que creía surreal existe, es tangible y visible, que su vida cambiaría por completo. Y mucho menos...
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Al día siguiente por la mañana, cuando papá ya se ha ido a trabajar, la manada entera llega a casa para hacer un reconocimiento. Hace unas horas Jacob me ha enviado un texto diciéndome que Sam y toda la manada, están dispuestos a cuidarnos el tiempo que sea necesario a papá y a nosotras. No sólo por la responsabilidad que tienen todos y cada una de ellos hacia el pueblo, ya que se supone son los protectores destinados del lugar, sino también por mí.
Según lo que me ha contado Jacob, que le ha contado Billy, las improntas desde siempre han sido el pilar fundamental en la vida de cada lobo. Por lo cual, toda la manada siempre tiene que responder al llamado de uno de los hermanos, aún más si la impronta de este se encuentra en alguna clase de peligro. Por lo que entendí es una especie de ley, juran lealtad y protección a cada impronta perteneciente a la tribu, además de que jamás podrían hacerle ningún tipo de daño.
No mencionó si hay algún tipo de castigo en caso de algún lobo llegase a dañar a la impronta de alguien pero creo que todos esos chicos son incapaces de dañar a sus chicas. Se vuelven unos cachorros mancitos cuando de nosotras se trata, créanme, así que al menos no lo harían con la intención. Porque por más experimentados y disciplinados que sean, no dejan de ser temperamentales y pueden actuar mal sin quererlo, pero aún así, a pesar de lo difíciles o especiales que sean de carácter, son los mejores.
Aunque a veces me dan ganas de agarrarmelos a palazos. Pff.
Mis pensamientos se cortan cuando una risa burlona de parte de Paul llega a mis oídos. Al entender el porqué de su burla junto con Jared, les lanzo a ambos mis pantuflas de conejo directo a sus cabezotas, aunque los dos las esquivan con facilidad aún entre risas.
—Hijos de la...—salen corriendo de mi habitación cubriéndose de mis zapatos.
Escucho la carcajada de Embry desde la habitación de mi hermana, seguidamente escucho la de Quill junto con la de Paul y Jared. Luego escucho a Jacob regañarlos mientras intenta ignorar sus burlas por nuestras fotos juntos en toda mi habitación. Ruedo los ojos h continúo recogiendo mis zapatos. Las risas se acaban de golpe cuando Sam los calla con una fuerte y bastante intimidante orden.
Una vez que todos ellos se han paseado como Juan por su casa y olido hasta los rincones, salimos todos de ahí para reunirnos afuera.
—Quien haya sido dejó su aroma detrás, lo reconoceremos si vuelve otra vez—le dice el Alpha a Edward quien asiente en silencio—Bien, vámonos—ordena mirando a los chicos, quienes asienten sin chistar y comienzan a alejarse en silencio, no sin antes despedirse de un beso en la mejilla, o sacudida de cabello, de mi.
Paul es el último en irse, comparte algunas miradas que no entiendo con Jacob, luego besa mi cabeza y se aleja a trote en la misma dirección en la que se han ido sus hermanos. Suelto un suspiro y me abrazo a mi misma mirando por donde se han ido.
