|| Historia basada en la saga cinematográfica de Crepúsculo ||
• Alena Swan decide acompañar a su hermana en su regreso a Forks, sin saber que todo lo que creía surreal existe, es tangible y visible, que su vida cambiaría por completo. Y mucho menos...
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Narrador Omnisciente
Silencio y más silencio.
La trihíbrida se mantiene sentada en el sofá de su casa frente a la chimenea, una taza de porcelana blanca con chocolate caliente y humeante en el interior, reposa en sus manos mientras se dedica a mirar a la madera consumirse por el fuego dentro de la chimenea con bordes de ladrillo rojo.
La tarde anterior anunció su compromiso a sus hermanos mayores y de los dos, Sean fue quien no lo tomó nada bien. Aquello resultó en una confesión, un beso, una nariz rota y la desaparición del cazador y Jacob, por lo que ahora Ryan está buscándolos en el bosque desde que salió el Sol y por lo que Lena está sola en casa sintiéndose como una gran y enorme idiota.
Desde entonces no ha podido parar de pensar en lo que sucedió y lo que sucederá muy probablemente, principalmente lo que respecta a su relación con Jacob. Ese hermoso hombre que está completamente enamorado de ella y quien de seguro, sigue tratando de encontrar el mejor de los cazadores para degollarlo hasta matarlo. Pensar que aquel beso podría significar el fin de su relación con el, le provoca náuseas y ganas de morir.
No tiene la más mínima intención de perderlo pero tampoco lo culparía. Dejó que otro chico la besara y aunque reaccionó con un golpe certero, el la tocó como ningún otro hombre que no fuese Jacob la había tocado jamás. Alguien que tiene sentimientos por ella y con quien tiene una historia, por decirlo de alguna forma. Ella estaría igual o aún más molesta si Jacob hiciera algo igual, no dudaría en cortar cabezas y sabe que dependiendo del crimen sería la condena.
Si, ella lo perdonaría, muy probablemente, pero en verdad suena hasta imposible el que el lobo sea capaz de traicionarla.
Afirmación que aumenta la culpa latente en su corazón y que la hace sentir aún peor de lo que ya de por si se siente. Lo ama con todo su ser y por ello es que la idea de perderlo es tan aterradora, no tendría consuelo si es que el decide alejarse. Aún así, ruega al cielo que el pueda perdonarla y no decida terminar con todo, incluyendo con la vida de Sean, quien a pesar de todo, continúa siendo su mejor amigo y alguien muy importante para ella.
Cuando varias pisadas se escuchan cercanas a la casa, la cabeza de la pelinegra se gira rápidamente en dirección del ruido. La calma la inunda cuando siente la presencia de Jacob y la de Ryan, aunque la preocupación sigue latente en ella al no sentir a Sean con ellos. Se pone de pie justo cuando ambos cruzan la puerta de madera y se adentran a la casa luciendo extrañamente tranquilos, su mirada se encuentra con la de Jacob dejándola helada, aún luce molesto pero también triste y un tanto decepcionado.
Ambos se miran en silencio sin saber que hacer o que decir, sintiendo sus corazones suplicar por estar cerca del otro otra vez. Sintiéndose perdidos por no estar uno junto al otro. Ryan los mira alternadamente sin saber que hacer y sintiéndose más que incómodo de la situación, en mayor parte porque su hermano menor fue quien provocó todo ese lío al no poder controlar sus emociones y continué guardando su secreto.
