Subcapítulo III: Otra cara

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- Buenos días, Capitán – dijo ___, lleva un abrigo rojo largo, un suéter de cuello alto, una falda, medias, un bolso pequeño y un par de botines, además de su característico labial rojo – estoy lista para la acción.

-        Buenos días, Capitán – dijo ___, lleva un abrigo rojo largo, un suéter de cuello alto, una falda, medias, un bolso pequeño y un par de botines, además de su característico labial rojo – estoy lista para la acción

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- Me alegra – le sonreí y me paré de la silla de la cocina – el taxista nos está esperando – entramos al ascensor.

- ¿Por qué no iremos en mi auto?

- Porque no hay lugar para estacionarlo o sino quizás también hubiéramos ido en mi auto.

- No sabía que tenías auto ¿Por qué no lo usas?

- Porque suelo regresar o ir en el tuyo – entramos en el ascensor para subir al taxi.

- ¿Qué más tiene el Capitán América que no sepa?

- Una moto – le respondí.

- Hubiéramos ido en ella.

- ¿No te sería incómodo?

- Para nada, de hecho, en Paris solía dar paseos en una Vespa.

- Son bonitas ¿tenías una?

- Un amigo – respondió algo incómoda, al parecer había una historia detrás de eso.

- Entiendo – decidí no abordar más en el tema, llegamos a la iglesia, fuimos al auditorio, iba a ayudar a reparar una parte mientras ____ ayudaba con la colecta de prendas, para ella era fácil sociabilizar, no le costó adaptarse.

- Capitán – me saludó el Sr. Blake, él era el encargado de la actividad – veo que trajo compañía hoy – dijo viendo a ___ sonriendo, había formado un pequeño ejercito con los niños para ayudarla a ordenar la ropa – es una niña adorable – asentí – pero puedo notar que está perdida ¿o me equivoco? – negué – tengo un buen ojo para reconocer a alguien quien necesita ayuda y creo que tú podrás.

- Eso espero – estuvimos todo el día ahí, inclusive almorzamos lo que cocinaron, era inusual verla así, pero al menos podía notar que sonreía, ya había anochecido – ¿cómo la estás pasando? – le pregunté, me acerqué a ella con el Sr. Blake.

- Excelente, ni noté que hemos estado todo el día aquí.

- ¿Cómo vas con tu tarea asignada?

- Excelente, también, lo organicé por color, tipo de tela y temporada, además por categoría – dijo sonriendo – aquí tenemos zapatos – mostró el área.

- Si sigues haciendo, querrán que sigas viniendo – le dije sinceramente.

- ¿En serio? Yo encantada – su sonrisa se amplió.

- ¿Usted qué opina, Sr. Blake? – le pregunté.

- Yo encantando – repitió sus palabras, rieron – mientras más ayuda tengamos, todo será mejor, bueno los dejo, iré a ver si queda algo que no haya ya sido organizado por usted, Srta. Stark – se retiró.

Feelings (Steve Rogers y tú) (Steve Rogers & tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora