Capítulo XLVI: Paternidad

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- ¿Steve? – fue el primero al que llamé al abrir los ojos, su rostro apareció.

- Aquí estoy, angelita – me dijo, se puso a mi lado.

- ¿Dónde está Harry? – pregunté preocupada.

- Él está bien, solo tuvo un brazo fisurado, su padre se lo llevó a casa.

- ¿Cuánto tiempo llevo aquí?

- Tres semanas – me asusté.

- Por un momento, pensé que iba a morir – dije sollozando – el del traje verde empezó a perseguirnos, sé que tengo algo más que decirte, pero no lo recuerdo.

- Lo sé, jolie, lo sé – dijo tranquilizándome – Harry, ya me contó lo qué paso, ahora solo descansa, luego me lo dirás.

- Y ¿Happy? ¿Pepper? ¿Nat?

- Están afuera con Tony y Bruce.

- ¿Qué hace Tony aquí? No debería estar aquí.

- Tomó el primer avión de Nueva Delhi directo a New York cuando se enteró del accidente.

- Ni siquiera sabía que había viajado ¿Por qué está aquí? Él dijo que ya no era su hija, así que es un extraño para mí, no lo quiero ver.

- ____, él está realmente preocupado por ti.

- Pues que tomé su preocupación y se la lleve a Nueva Delhi.

- Angelita – dijo acariciando mi cabeza – él ha estado todas las tres semanas durmiendo aquí, así como yo.

- ¿Has estado quedándote aquí? – asintió – ¿Por qué?

- Porque temía perderte – dijo para mi sorpresa – temía vivir en un mundo sin la niña bonita, ____ Stark – mi corazón latió más rápido haciendo que la máquina lo marcara, él solo sonrió, estúpida máquina, decidí cambiar el tema rápidamente al ver mis manos.

- ¡Oh mon Diu! ¡Mis uñas! – él rio – Steve, tráeme un espejo, por favor – vi mi pierna enyesada – esto no puede ser, no podré usar tacones – toqué mi cara – debo estar horrible, necesito mi.

- Rouge pur Couture Nº 21 Parodoxe – completó por mí, sonreí.

- Te lo aprendiste.

- ¿Cómo no hacerlo? Y tú siempre eres hermosa – la máquina siguió marcando mi ritmo cardiaco, se abrió la puerta para que entraran todos.

- Escuché tus gritos hasta afuera y supuse que ya estabas bien – dijo Nat – ¿cómo estás? – me sonrió.

- Horrible, siento que esta bata no es de mi talla – ella rio.

- Me alegra oír que estás bien – dijo Pepper – mira lo que te traje – sacó de su bolso mi labial, unas pinzas y un espejo.

- No sabes cuánto te adoro Pepps – los tomé.

- No te puedes olvidar de Chanel Nª5 Red – dijo Happy extendiéndome mi perfume – lo necesitas no te bañas hace tres semanas y sí, traje tus bombas de lavanda – le sonreí.

- Gracias a todos – les dije sinceramente sonriéndoles – estoy bien, aún hay ___ para rato – se volvió a abrir la puerta.

- Princesa – dijo Tony entrando, se acercó a mí y empezó a llorar tomando mi mano, yo solo trataba de mirarlo con indiferencia, pero me era imposible porque después de todo era mi papá, no me gustaba verlo llorar.

Feelings (Steve Rogers y tú) (Steve Rogers & tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora