Capítulo XXVII: Latidos

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- Ahora no es un buen momento, Nat, en serio necesito ducharme – le dije, vi a Steve, él estaba nervioso.

- Solo serás unos segundos, te acompaño mientras vas a tu auto – entró al ascensor, controlé mis nervios, espero que no se haya enterado del beso con Steve – ¿hay algo entre Bruce y tú? – reí, felizmente no era lo que pensé.

- Hay química literalmente – le sonreí – Nat ¿crees que tendría algo con Bruce? Lo veo como un tío, además siento mucho respeto por él.

- Yo creo que hay otro tipo de química, fui a verlos al laboratorio y estaban riéndose sin parar, sobre todo él, no sé, creo que es algo grande para ti – dijo seria.

- Nat, estás viendo cosas donde no hay, si estábamos riéndonos es porque sabes cómo soy – le sonreí – soy encantadora y relájate un poco parece como si estuvieras celosa – la quede viendo, esas expresiones faciales solo pueden ser de una mujer celosa, conozco esas expresiones he visto a muchas mujeres así por mi causa – ¡Oh mon Dieu! ¡Te gusta Bruce!

- Silencio, ____ – carajo, si era cierto.

- ¿Pero Steve? – pregunté en voz baja.

- No sé, bueno si sé, yo siento cosas por Bruce desde antes de empezar a salir con Steve – eso no me lo esperaba – hablaremos después porque en serio hueles raro.

- Huelo a ciencia y no a Chanel Nº5 Red, lo sé y arruiné mis Jimmy Choo – dije con pena, ella rio.

- Está bien, princesita – la vi alzando la ceja sonriendo – te buscaré mañana en la tarde en tu apartamento.

- Te espero – dije subiendo a mi auto – EFFIEL conduce tú, llévame a casa, no puedo ver bien hoy.

- De acuerdo, Srta. Stark – me contestó y me llevó hasta mi apartamento, me metí inmediatamente a la tina y lancé tres bombas de baño de lavanda para relajarme, pensé en lo que dijo Nat, estuve unos minutos relajándome y luego me duché, usé mi shampoo de coco favorito así como acondicionador y mi gel de baño, me coloqué mi ropa interior rosada de encaje, quería engreírme así que me apliqué mi crema hidratante, me coloqué mi bata de baño, me puse a leer una revista Vanity Fair, mientras dejaba que mi cabello secará a lo natural, escuché un golpe en mi ventana, me asomé.

 Stark – me contestó y me llevó hasta mi apartamento, me metí inmediatamente a la tina y lancé tres bombas de baño de lavanda para relajarme, pensé en lo que dijo Nat, estuve unos minutos relajándome y luego me duché, usé mi shampoo de coco favori...

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- Peter – dije al verlo entrar por mi ventana.

- Perdón, no sabía que estabas así – dijo al verme con la bata ligeramente abierta.

- No te preocupes – la cerré para calmar sus nervios – siéntate y dime por qué viniste – se sentó temeroso.

- Estaba de paso y quería saber cómo andaba nuestro trabajo de investigación, lamento no haber ido hoy, pero ya sabes, Spiderman.

- Lo sé, Pete, entiendo ¿quieres algo de beber? Luces sediento.

- Un poco de agua – tomé una de las botellas de agua que tenía en mi mesa y se la alcancé, estaba nervioso.

Feelings (Steve Rogers y tú) (Steve Rogers & tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora