Estás gritando y nadie puede oírte, salvo él; te sientes expuesta o desnuda, pero él te cubre y te sientes a salvo solo con él, que es casi vergonzoso de él sea tan importante en tu vida porque te sientes pérdida sin él. Crees que nadie puede entend...
- Te diré todo lo qué pasó – me dijo Steve por fin – cuando Tony entró en coma, hubo una noche en la cual yo fui a ver a Tony solo ¿recuerdas? – asentí – cuando salí del Complejo para volver a casa, Harry me estaba esperando en la puerta, fuimos a hablar a otro lado más privado, pensé que quería que alguien lo oyera por lo que había pasado con su padre o quería preguntar por ti, pero él solo quería pedirme algo y era que te dejara porque según él yo me había metido en la relación de ustedes.
- Pero si él sabía y le dejé claro que solo seríamos amigos, le agradecí por todo lo que hizo, pero nada más, por eso estabas distante de mí, durante esos días, estabas preocupado, yo pensé que era porque habías visto a Peggy, perdón, Steve.
- Ya te dije que no hay nada que perdonar, jolie – me sonrió dulcemente – y sí, estaba preocupado, obviamente que le dije que jamás te dejaría porque eres el amor de mi vida – le sonreí – luego solo me fui y no se quedó tan contento, estaba pensando la forma en cómo contártelo, pero pensé que tenías suficiente con todo lo que estaba pasando con Tony, decidí tomar la advertencia de Harry como un capricho, luego cuando fui a la plataforma para devolver las gemas, dejé cada una en su punto y cuando quise volver, no pude, algo falló en el brazalete, estaba desesperado por volver a verte, no tenía ni idea de lo que había pasado, la última gema que devolví fue la del poder por lo que me quedé en Morat y esperé a que llegara Quill, me metí a su nave, digamos que tuve una aventura por el espacio junto a él, debía esperar que conociera a Rockett, hablé con él y estuvo intentando reparar el brazalete por algunos meses hasta que lo consiguió, sé que fue Harry porque él había dejado una pequeña nota, diciéndome que disfrute el viaje con sus iniciales, ni bien Rockett lo reparó volví, me percaté de que habían pasado 5 años y verte con él comprometiéndose en ese momento, me destrozó el corazón no por el acto, si no porque no pude cuidarte – la abracé.
- Perdón, Steve, yo debí creer siempre en ti, estaba tan molesta.
- Lo sé, pero no es tu culpa, fue Harry – tomó mi rostro entre sus manos – y ahora que sabes toda la verdad, prométeme que jamás lo verás a solas, ya conoces todo y has visto como se pone contigo, no lo vuelvas a ver ¿lo prometes?
- Sí, te lo prometo, Steve – él solo me sonrió para besarme.
Durante toda la noche no pude dormir tranquila, solo podía pensar en la desesperación de Steve de volver a casa y en cómo Harry logró adulterar el brazalete de Steve, si la noche anterior Bruce y yo lo revisamos, nadie podía entrar por la mañana, salvo que haya sido un trabajador, pero nadie conocía sobre lo que se haría ese día. A la mañana siguiente, me levanté junto a Steve para preparar el desayuno, mientras Steve se bañaba y alistada, yo fui cambiando a Amelié para que vaya a escuela, para luego cambiarme yo, usé un vestido negro, junto a un par de botas nude con un bolso del mismo color, un abrigo blanco con detalles negros, accesorios dorados y mi maquillaje como siempre, Steve y yo fuimos a dejar a Amelié, yo vendría por ella porque Steve tenía que hacer un corto viaje con Fury. Estuve en la oficina todo el día hasta que fui por Amelié para recogerla de la escuela e ir juntas a almorzar, ella estaba callada, eso era raro, siempre solía contarme de todo lo qué hizo en el día.
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