Capítulo XXXV: Un chico no tan dulce

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- ¿Por qué no me avisaron? – dijo Tony preocupado, quien había venido a verme a mi apartamento – tengo que enterarme por las noticias que mi hija fue secuestrada, que el niño bajo mi protección robo tritio del tipo que más odio en el planeta y que fueron encubiertos y ayudados por mi mejor amigo, el Capitán América.

- Sí, pero todo salió bien – dije.

- ¿Y si no? – dijo Tony – eres mi niñita, mi princesa ¿sabes cómo me sentí cuando vi esos videos caseros de ti cayendo del edificio OSCORP?

- No más asustado que yo.

- Eso no es cierto – me abrazó – si alguna vez, espero que no, vuelve a pasar, avísame – se acercó a mí – porque si yo cree la armadura de Iron Man fue para proteger al mundo, específicamente a mi mundo, y tú, mi princesa, eres mi mundo, junto a Pepper y el come hamburguesas que está por llegar, bueno y Happy – sonreí – ustedes son mi mundo, y no podría estar sin ustedes.

- Gracias por tus palabras, Tony, las tendré en cuenta – le dije.

- Entonces, hasta mañana, princesa – se despidió de mí – ¿Steve, vienes?

- Sí, en un momento – le respondió – ¿podemos hablar un momento? – asentí y salí con él a la terraza mientras papá se quedaba con Peter hablando – creo que tendrás que rescindir de mis servicios de guardaespaldas – lo miré confundida – Peter te puede cuidar mucho mejor que yo – le sonreí.

- Nadie es mejor garde de corps que tú, Capi Guapo, eres más efectivo que un lémur ¿lo olvidaste? – rio.

- Claro que no.

- Así que seguirás siendo mi garde de corps con su infalible camuflaje – reímos – cierto, perdón por ello.

- No te preocupes, entiendo, querías ayudar a Peter, pero no vuelvas a ponerte en peligro, al menos no, si no estoy cerca, fuiste muy valiente.

- Es que traía puesto esto – dije alzando el collar – ahora que lo veo bien, el círculo con la estrella parece una versión de tu escudo con mucho charm, me dio la valentía del Capi Guapo que fue capaz de recibir partes de un edificio encima por mí.

- Haría eso y más, jolie – le sonreí.

- Por eso no puedes alejarte de mí, al menos no, demasiado.

- Créeme que no lo haré – puso otra vez esa mirada – bueno te dejo descansar, fue una noche larga para todos, buenas noches, angelita – dijo para despedirse dándome un beso en la mejilla, se fue con mi papá y me quedé con Peter, él no dejó de abrazarme en ningún momento mientras dormíamos, pasaban los días y sentía a Peter distante de mí, pensé que lo que pasamos juntos nos acercaría más, pero al parecer fue todo lo contrario, estábamos viendo una película en mi sala, hasta que me cansé y decidí hablar.

- ¿Qué es lo que ocurre? – me vio confundido – estamos juntos, pero te siento lejos de mí cada día que pasa.

- Desde esa noche, no puedo dejar de pensar en lo qué paso.

- No pasó nada.

- ¿Nada? Casi mueres por mi culpa, por estar conmigo.

- Eres Spiderman, lo sé, son cosas que pasan, adoro que lo seas, volar contigo por la ciudad – dije tomando su rostro entre mis manos – pero más adoro que seas Peter Parker, aquel chico que con sus besos me hace sentir sobre el cielo y no quiero perder eso.

- Es que yo te solté y te dije que jamás te soltaría.

- Fue un accidente, Peter.

Feelings (Steve Rogers y tú) (Steve Rogers & tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora