T2 - Capítulo XCV: No se cansa

420 34 37
                                    

-        ¿Estás segura de que no quieres con la doctora? – me preguntó Steve cuando volvimos al apartamento junto a Amelié.

-        Segura – respondí mientras me sentaba en el sofá – solo quiero estar con ustedes – dije para sentar a Amelié en mi regazo, ella se acurrucó en mí como si fuera una bebé, movía mis piernas lentamente para arrullarla, definitivamente no hay nada que no haga por ella, había extrañado tanto a mi petite.

-        ¿Sabes que ya me dice papá? – me dijo Steve, volteé a verlo feliz – me moría por contártelo – se acercó a mí para darme un pequeño beso – te hemos extrañado mucho.

-        Y nosotros a ustedes – dije en referencia a nuestro bebé, Amelié se quedó dormida.

-        La llevaré a la cama – me dijo para cargarla.

-        Te espero en la habitación – él asintió, fui a mi habitación, cómo había extrañado mi cama, fui al baño, vi mi tina, no resistí y la llené con agua tibia para echar mis bombas de lavanda, oí la risa de Steve a mis espaldas.

-        ¿Quieres compañía? – me preguntó mientras se quitaba su camiseta, mis manos fueron a su pecho inmediatamente, volvió a reír.

-        Eso no tienes que preguntarlo – le dije sonriendo – quiero al Capi Travieso – volvió a reír.

-        ¿Segura que podemos? No quiero que te sientas mal.

-        Solo me siento mal, si no te tengo ahora – dije mientras desabrochaba su cinturón ágilmente, desabotonaba y bajaba el cierre de su pantalón, él se quedó sin palabras – ¿Qué pasó? – le pregunté traviesamente.

-        Que te daré lo quieres – dijo alzando mi vestido, bajé de mis tacones, él ya había entrado a la tina y me ayudo a entrar con cuidado para sentarme sobre él y entrara con delicadeza en mí mientras me besaba y se movía suavemente.

-        Cógeme como tú sabes hacerlo, Capi Guapo – le dije al oído para que después sus movimientos aumentarán, el agua se rebalsaba de la tina, obviamente no podía gemir como me gustaría porque no quería que Amelié me oyera, solo ahogaba mis gemidos en sus besos hasta ambos no pudimos más y llegamos al orgasmo juntos.

-        Me encanta sentir cuando te vienes – dijo Steve besando mi cuello.

-        Y a mí me encanta que me hagas venir – le respondí, él rio.

-        ¿Es idea mía o están un poco más grandes? – dijo viendo mis pechos y colocando sus manos alrededor suavemente.

-        Eres un Capi Travieso – rio nuevamente – pero te cuidado cuando los toques, no queremos un accidente – entendió, me volvió a besar.

-        Vamos a descansar – me dijo para salir de la tina, me ayudó a secarme el cabello y luego nos recostamos juntos en la cama.

-        Extrañaba dormir así – dije pegándome más a su pecho, él solo me abrazaba.

-        Y yo tenerte a mi lado, jolie – besó mi frente – ¿podrías hacer algo por mí?

-        Lo que quieras – le respondí.

-        Déjame llevarte a que te hagan un chequeo mañana, has estado bajo mucho estrés e hiciste mucho esfuerzo – lo entendí – por favor.

-        Está bien, Capi Guapo, llamaré a la doctora temprano y vamos para la hora de almuerzo.

-        Me encanta cuando me obedeces – reí.

-        Sí, no te acostumbres – le respondí.

Feelings (Steve Rogers y tú) (Steve Rogers & tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora