Capítulo XXIX: Mírame

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Tuvimos una cena agradable con May y Happy, ellos ya estaban saliendo, adoraba que mi Happy sea feliz y Peter estaba feliz si May lo era, después de ello fuimos a mi apartamento, digamos que cuando salgo con Peter no conduzco ya que me lleva columpiando por las calles de New York, ya me había acostumbrado, me sentía segura, sabía que no me soltaría.

- Entonces te veo mañana – dijo Peter asomándose a mi ventana.

- ¿En serio te irás tan pronto? ¿No me digas que Tony te asustó?

- Siéndote sincero un poco y si nos observa.

- No te preocupes, ya desinstalé todos los protocolos monitor de bebé que instaló en todo equipo vinculado a EIFFEL, creyó que no lo notaría – reí – solo quédate un rato más conmigo, además recuerda que cuando nos fuimos Happy y May recién habían abierto esa botella de vino.

- De acuerdo – dijo sentándose a mi lado en el sofá, encendí la TV, solo lo veía, él estaba demasiado nervioso, vi cómo pasaba la saliva, reí.

- Peter, solo somos dos personas viendo la TV, no te estoy sugiriendo nada ni te estoy obligando a hacer nada – me acerqué a él – ya sé que no eres ese tipo de chico, pero solo respóndeme algo ¿lo haces por Tony o por mí?

- En realidad, lo hago por mí, nunca he tenido nada con nadie y temo decepcionarte – dijo mirando hacia abajo.

- Peter, mírame – él seguía sin verme, estaba avergonzado – mírame – lo hizo, me acerqué más a él – no tienes por qué pensar eso, no soy ese tipo de persona, ya no, si tú estás listo para algo más conmigo, créeme que estaría más que encantada, pero si no, no – coloqué mis manos en sus mejillas – iremos a tu rit... – no completé lo que iba a decir porque Peter empezó a besarme y se pegó más a mí colocando su mano detrás de mi nuca y con la otra desabotonaba con torpeza mi blusa – Peter no hagas esto si no quieres – le dije entre besos.

- Quiero hacerlo – tiró mi blusa hacia atrás, me senté encima de él y con mucha timidez hacía un pequeño recorrido de besos por mis brazos, hombros, no dejaba de sonreír por los besos de Peter, hasta que llegó a mis labios otra vez.

- Me haces sentir bien, Peter – dije para volver a besarlo, él me llevó cargada hasta mi habitación, me recostó con suavidad en la cama, me quitó los tacones y la falda, apagué las luces para se sienta cómodo, me quité mis prendas interiores, escuché que estaba abriendo una pequeña, se estaba protegiendo, luego se colocó encima de mí acaricié su rostro suavemente quería que se sienta cómodo, entró con mucha delicadeza en mí, sentí su piel erizada, solo lo acariciaba y le daba pequeños besos, él me trataba con mucha delicadeza, nadie me había tratado así, era tierno, hacía que el momento sea sublime, por más que aumentara el ritmo, seguía siendo especial hasta que sentí que había llegado a mi punto máximo, Peter solo me acariciaba, yo lo tomé del rostro para besarlo y dar una pequeña vuelta para sobre él, mis manos recorrían su pecho, lo besaba efusivamente mientras movía mis caderas, él aferró las yemas de sus dedos a mi espalda indicando que ya había llegado al orgasmo por primera vez, le di un pequeño beso – estuvo de maravilla, Peter – dije sonriéndole mientras acariciaba sus mejillas.

- ¿En serio?

- En serio – le respondí para luego darle un pequeño beso, bajé de él y me eché a su lado, iba a pararme.

- ¿A dónde vas?

- A cambiarme.

- Quédate un momento más conmigo – le sonreí y así lo hice, no solía quedarme con las personas con las que acaba de tener algo, pero Peter era diferente, para él no había sido solamente sexo, lo abracé y él respondió acariciando mis brazos, en definitiva, él era el chico más tierno de este mundo y me sentía bien a su lado, esa noche se quedó a dormir conmigo.

Feelings (Steve Rogers y tú) (Steve Rogers & tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora