Estás gritando y nadie puede oírte, salvo él; te sientes expuesta o desnuda, pero él te cubre y te sientes a salvo solo con él, que es casi vergonzoso de él sea tan importante en tu vida porque te sientes pérdida sin él. Crees que nadie puede entend...
A la mañana, me metí a la ducha a ver si así podía lavarme la culpa de la cara, pero era inútil, por más que intenté con tres exfoliantes, usé un vestido de lana y un blazer de color olivo, un par de botines negros con tacón aguja dorado, una boina y un par de guante de color crema, accesorios dorados y un bolso negro, decidí ponerme lentes porque si me encontraba con Nat, no podría mirarla a los ojos, cogí mis llaves y conduje hasta la universidad.
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- Srta. Stark, joven Parker – nos llamó el Dr. Octavius mientras Peter y yo conversábamos en el pasillo para vernos más tarde en el Complejo – estoy realmente emocionado por conocer su proyecto, son mis alumnos más brillantes.
- Gracias – dijo Peter.
- ¿Usted está trabajando en algo? – le pregunté.
- Pronto haré una presentación, espero contar con ustedes, todo se está dando gracias al financiamiento del Sr. Osborn, Rosalie y yo estamos emocionados, hasta pronto – se despidió.
- Entonces, te veo en el laboratorio de Bruce – le dije a Peter para despedirme de él, fui con Harry a OSCORP, fue un día tranquilo hasta que fui al Complejo, entré al ascensor rogando no encontrarme con Steve, merde, subió en un piso, solo saqué mi celular, yo seguía con los lentes, cosa que era ridículo porque era de noche, simplemente no lo quería ver.
- Lamento lo que pasó – dijo – realmente, estoy avergonzado, lo siento – volteé a verlo.
- Créeme que yo también estoy avergonzada – le dije quitándome los lentes – pero no quiero que nada arruine mi amistad con Nat y sobre todo contigo porque tú eres un gran apoyo para mí, Steve – nuestras miradas se cruzaron, mala idea, bajé la mirada – solo te pido que en serio hagamos como que nada paso y sigamos pretendiendo que todo está como antes – coloqué mi mano sobre su hombro – ser amigos.
- Yo también quiero que sigamos siendo como antes – dijo colocando su mano sobre la mía, alcé mi mirada para atraparme en la suya – quiero cuidarte, angelita – dijo con ojos de Capi Guapo, retiré mi mano sutilmente.
- Entonces ¿Qué pasó? – dije tratando de evadir todo, me sonrió.
- Nada.
- Nada – le repetí.
- Es tu piso – me dijo cuando el ascensor paró, caminé y mi delgado tacón se metió en la ranura del ascensor, Steve me sujetó – con cuidado, jolie – dijo sonriéndome, no debí quitarme las gafas.
