Existen días grises, de esos en los cuales las ganas de descansar en la cama o ver televisión con la familia, amigos, pareja o incluso una mascota se hacen presentes. Desafortunadamente no siempre todos disfrutan de ese simple lujo. No todos pueden estar con sus seres queridos, acurrucados bajo un techo protector de lloviznas y tormentas. No siempre todos reciben la suerte de poder descansar en un ambiente cálido, acompañados y comprendidos. Por otro lado, aquellos que sí gozan de esa suerte suelen no ser conscientes de lo que tienen, acostumbrados a su rutina convertida en normalidad. Una normalidad que, contrario a lo que ellos piensan, podría no ser permanente.
Rubén nació en uno de aquellos días grises, ignorante de que no conocería su ambiente cálido en mucho tiempo. Ignorante de que su vida estaría llena de dolores que otros siquiera podrían imaginar.
Desde pequeño, por alguna razón, de un día al otro Rubén comenzó a despreciar a sus padres, tratándolos sin una pizca de amabilidad. Ellos no eran malos padres, tampoco los mejores, pero Rubén simplemente nunca volvió a decirles que los quería a pesar de que, muy en el fondo, los amaba más de lo que imaginaba. Algo en él no lo dejaba expresarse de manera correcta. Algo en él estaba mal.
El problema era que otros sentimientos más impulsivos lo controlaban y le hacían reaccionar de forma violenta e impulsiva. Era como si una parte de él solo deseara acabar con las irritantes sonrisas de los que le rodeaban, acabar con aquella felicidad que él muy pocas veces era capaz de sentir naturalmente. Rubén odiaba aquellas personas acostumbradas a su feliz normalidad.
Sin embargo había otra parte en él, desconocida y misteriosa. Una pequeña parte que pedía tímidamente salir de su prisión y expresarse de una vez por todas. Ser libre y sin ataduras, para así poder divertirse, exponiendo sus ideas y pensamientos a quien quisiera escuchar.
Lamentablemente, por alguna razón, aquella parte estaba constantemente reprimida muy en el fondo de su ser.
A sus tempranos 10 años, Rubén fue finalmente diagnosticado con un severo trastorno de bipolaridad luego de diversas pruebas que ayudaron a descartar otras enfermedades. Sus padres, preocupados y desconcertados, lo llevaban constantemente a consultas en el hospital luego de peleas en la escuela, llantos de la nada en medio de la clase y repentinos episodios de malhumor que se presentaban sin razón aparente. Era comprensible que todos sus compañeros lo ignoraran. Se burlaban por su extraño comportamiento, e incluso algunos le tenían un poco de miedo por sus arranques de furia dañinos. Rubén no tenía amigos, y a decir verdad no los quería. Nadie parecía comprender el modo en el que sus emociones podían variar, a tal punto de tener una semana estupenda y luego sentirse sin energías para nada en la siguiente.
El doctor encargado le recetó muchos medicamentos al niño que no entendía la situación por completo, les recomendó un psiquiatra a sus alarmado padres, y luego entregó su número telefónico en caso de cualquier urgencia.
Los padres del niño estaban dispuestos a recuperar a su pequeño Rubén, ese que alguna vez, hacía mucho tiempo, fue dulce y tranquilo. Eso era lo que más anhelaban.
Decidieron mudarse a un pueblo chico con poca gente para que el pequeño se fuera acostumbrando de a poco a un entorno más social y pacífico. Fue una buena decisión al comienzo, y después de que un rápido año transcurriera, todos en el pueblo conocían a la familia Gundersen.
A pesar de eso no todos los miraban siempre con ojos amigables. Por desgracia, Rubén cada vez era violento e impulsivo en etapas más largas. Los medicamentos no parecían estar funcionando bien. A veces robaba cosas sin razón o sentido, como una tira de pan o lapiceros de colores, e incluso llegaba a maltratar a otros niños de su edad con pequeños pero efectivos manotazos. Todos los habitantes del pueblo conocían el estado médico del muchacho, pero ya estaban cansados de tener que lidiar con aquella enfermedad diariamente.
ESTÁS LEYENDO
Por Siempre y Para Siempre (Rubelangel) ~ [Editando]
FanfictionRubén sufre de una enfermedad que le hace actuar antes de pensar, de esa manera termina alejando a todos los que lo rodean... pero un médico llamado Miguel consigue acercarse a tal punto de sentir algo por él. Aunque lo que él no sabe es que Rubén o...