Ya había acontecido un mes desde el viaje a París. Desde ese momento algunas cosas cambijaron entre Rubén y Miguel. Ahora se tenían más confianza, hablaban de temas más personales con mayor frecuencia y se sentían cómodos el uno con el otro casi todo el tiempo. Claro que el castaño había omitido y retocado un poco su pasado, pero simplemente decidió actuar como si aquello nunca hubiera pasado, sólo lo borró de su memoria y lo etiquetó como una pesadilla, tal y como había hecho antes de conocer a Mangel, pero la diferencia era que ahora confiaba más en las personas. Había entablado una muy buena amistad con los amigos de Mangel, en especial con Alex y Luzu, los cuales los visitaban cada cierto tiempo. También se había hecho amigo de Nina. La pequeña pelirroja que trabajaba en París, a veces se permitía visitar el nuevo departamento de la pareja. Si. Mangel había comprado un nuevo lugar para vivir, pero este no era un departamento pequeño. El lugar era gigante, demasiado a los ojos de Rubén, pero sabía que a su novio le gustaba darse un gustito de vez en cuando. El lugar estaba a las afueras del centro del pueblo, por lo que el vecindario era tranquilo y pacífico. La pareja estaba en su mejor momento y eso a veces les asustaba. No era por ser paranoicos, pero en ocasiones temían que un paso en falso arruinara lo que con tanto esfuerzo habían construido.
Por otro lado, Kevin esperaba ansioso a que dieran ese paso. El sujeto nunca dejó de seguirlos, y cada cierto tiempo se juntaba con Mike y James a explicarles sus planes. Todo estaba listo, lo único que debía suceder era ese "algo" perfecto que desembocara en lo que el peliblanco tanto habían anhelado.
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-Oye Mangel...- comenzó a hablar Rubén. Miguel dejó de lavar los platos y miró al castaño, el cual parecía muy concentrado secando los cubiertos del almuerzo.
-¿Quéh pasa?- preguntó algo curioso. Rubén no solía hablar en ese tono tan serio y nervioso. El castaño guardó los utensilios en el cajón correspondiente y se apoyó en la encimera suspirando mientras miraba a ningún lugar en específico.
-¿Crees que.. podría trabajar en algo?- preguntó tímidamente. Miguel suspiró algo dudoso y siguió lavando los platos.
-Yo creoh que mejor no. Eh decir... no hace falta. Yo trabajo en la cerrajería de Gustavo y con lo que me paga eh suficiente. Ademáh, aún tengo ahorros de la plata que mis padreh me dieron. No eh necesario que trabajeh- explicó omitiendo el hecho de que le preocupaba que tuviera un ataque en medio de su posible trabajo.
Miguel había vuelto a trabajar a la cerrajería una semana después de haber vuelto de París. Se había disculpado con Gustavo, su jefe, por tratarlo como lo hizo la última vez que lo vio y este insistió en que había sido su culpa, he incluso preguntó por el castaño. Mangel felizmente le dijo de su relación, aunque Gustavo ya lo sabía, y le contó que Rubén ya no tenía tantos episodios de histeria como antes, cosa que le alegraba. Tal vez sólo una vez a la semana el castaño se comportaba extraño, pero al día siguiente luego de tomar sus medicamentos estaba como nuevo, era obvio que su enfermedad poco a poco estaba siendo controlada.
-Pero no lo digo por el dinero... bueno, en parte quiero ayudar con los gastos y eso pero... también quiero saber cómo es trabajar en algo, no se como explicarlo pero... ya no quiero estar solo aquí y tocar la guitarra todo el rato, creó que necesitó distraerme con algo- explicó rezando por que Mangel lo entendiera. El morocho lo miró de reojo sorprendido. En verdad Rubén había cambiado. Ya no era ese muchacho inseguro y temeroso que había conocido en el parque, ahora el castaño comenzaba a sentir curiosidad por las experiencias nuevas. Comenzaba a desear hacer más y salir de su rutina y eso era bueno, más que bueno, era estupendo para su enfermedad. Miguel suspiró nuevamente terminando de lavar y secó sus manos para luego voltearse, viendo a Rubén directamente.
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Por Siempre y Para Siempre (Rubelangel) ~ [Editando]
FanfictionRubén sufre de una enfermedad que le hace actuar antes de pensar, de esa manera termina alejando a todos los que lo rodean... pero un médico llamado Miguel consigue acercarse a tal punto de sentir algo por él. Aunque lo que él no sabe es que Rubén o...