-Alex, unas palabras para los novios por favor- pidió Luzu sosteniendo una pequeña cámara filmadora entre sus manos, grabando directamente hacia la mesa en donde estaban Alex y los demás.
-Solo quiero decir que...- comenzó a decir mirando el lente de la cámara, tratando de ignorar las risas de sus amigos por detrás-... estoy muy orgulloso de ustedes. El matrimonio es algo muy hermoso, espero que sean felices y...
-¡Yo les doy seis meses!- interrumpió Staxx en una exclamación, haciendo que todos alrededor estallaran en carcajadas.
-¡Qué cabrón!- rió Alex contagiándose por la felicidad que emanaban sus amigos- Ya, hablando en serio, espero que sean muy felices juntos chicos- concluyó sonriéndole a la cámara.
Los aplausos burlones no tardaron en darse a conocer por parte de los demás, haciendo que Alex revoleara los ojos ruborizándose un poco. Luzu sonrió y partió en busca de otra mesa para el video-recuerdo de la boda.Tras muchos preparativos, desacuerdos, peleas, carcajadas, lágrimas de emoción y mucho esfuerzo, la boda de Miguel y Rubén comenzaba a llevarse a cabo. Habían decidido celebrarla en la playa desolada en donde Miguel había sorprendido a Rubén con los anillos.
Guillermo le había recomendado a la pareja una organizadora de bodas amiga suya, Ana, la cual había partido desde París hacia el pueblo para ayudar a su buen amigo Willy. Para ella siempre era un placer organizar aquellas fiestas de unión tan especiales para algunos. Y vaya que tenía talento para ello. La playa estaba irreconosible, mucho más hermosa que antes. Incluso parecía que el mar, que se mecía suavemente de atrás hacia adelante acariciando la fina arena dorada, estaba más azúl y puro de lo normal. Las mesas en donde los invitados charlaban animadamente esperando el comienzo de la ceremonia, estaban ubicadas alrededor de la playa, esparcidas no muy lejos la una de la otra en torno a la pérgola en donde el sacerdote llevaría a cabo la unión. Se había dejado un pequeño espacio en el medio, un espacio en el que Rubén haría su gran aparición, caminando entre las personas, acompañando por Emma, dirigiéndose hacia Miguel, el cual lo esperaría al lado del sacerdote, bajo la pérgola de madera, adornada con flores blancas y negras. Había sido todo un desafío convencer a Rubén de aquello, pero finalmente, mediante muchos mandatos de la obstinada Ana y de besos interesados por parte del morocho, el guitarrista aceptó a duras penas el procedimiento.
Pero ahora se arrepentía.
-No puedo...- susurró temblando levemente.
-Respira hondo, Rubén- recomendó Lana acomodando el pequeño moño plateado que adornaba su cuello- trata también de controlar tu pulso, tendremos que hacer todo de nuevo si sigues sudando así- y le pasó un paño delicadamente por la frente.
Rubén suspiró con desagrado, volviendo su visión a las trenzas rubias de su amiga, la cual terminaba de arreglar algunos detalles en su traje blanco.
-Ya estás listo- Lana suspiró satisfecha por su trabajo- ¿Cómo estás?- preguntó al notar el tenso cuerpo del castaño moverse de lado a lado en un movimiento casi inexistente.
-Acojonado- respondió sinceramente tragando saliva. Lana rió poniendo una mano en su hombro.
-Tengo que ir a cambiarme, ¿crees poder quedarte solo un momento?- preguntó la rubia algo preocupada.
-Creo que si...
-Vale, solo respira.
Rubén se quedó solo en la gigantesca habitación de cuatro paredes. Respiró hondo y exhaló, y volvió a inspirar. Nunca se le había echo tan difícil algo tan simple.
Respira, solo... respira y ya...
Pero sentía que incluso debía hacer esfuerzo para no pestañar antes de tiempo. Podía imaginarse sus pulmones inflándose de oxígeno, podía sentirlos apretar sus costillas y luego liberarlas cuando expulsaba el aire retenido
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Por Siempre y Para Siempre (Rubelangel) ~ [Editando]
FanfictionRubén sufre de una enfermedad que le hace actuar antes de pensar, de esa manera termina alejando a todos los que lo rodean... pero un médico llamado Miguel consigue acercarse a tal punto de sentir algo por él. Aunque lo que él no sabe es que Rubén o...