Capítulo 81

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Abrió los ojos.

Lo primero que identificó, fue un extraño olor a limpieza, pero pasando el borde de lo normal. Era como si el aire estuviera desinfectado intencionalmente de manera exagerada.

Luego, un pitido intermitente inundó sus oídos, un sonido agudo que se repetía sin acelerarce, siendo bastante molesto después de unos minutos interminables.

Pestañeó enfocando sus pupilas en la puerta que tenía en frente y suspiró con los ojos entrecerrados, sintiendo su garganta seca y rasposa. Poco después movió sus manos, acariciando las sábanas blancas que lo cubrían de la brisa nocturna y entonces se percató de que estaba en una cama.

Pero no era su cama, tampoco su cuarto, ni su casa, ni su ventana, ni su puerta, ni su realidad. Parecía que estaba en el cuerpo de otra persona, porque no lograba entender qué hacía él en lo que, al parecer, era un hospital.

Escuchó pasos en la lejanía y luego una figura asomarse lentamente por la puerta entreabierta.

-Despertaste- dijo aquella suave voz que lo desoriento un poco. ¿Quién era esa chica que lo miraba con nerviosismo?

Abrió su boca con dificultad, tratando de articular alguna palabra u oración lógica, pero lo único que logró, fue causarse un dolor en la mandíbula.

-No hables, está bien, Rubén.- sonrió aquella chica pelirroja hablando en voz baja- Descanza un poco...

-Ni.... Nina...- susurró recordando repentinamente el nombre de su amiga. ¿Por qué Nina le miraba de esa forma tan... lastimada? Logró ver cómo su amiga llevaba rápidamente la mano a sus labios, tapándolos, como si quisiera repimir un sollozo, y aquello le preocupó.

-Lo siento...- le escuchó susurrar con dificultad.

-¿Qué... pasó...?- preguntó el castaño débilmente. Pero Nina no le contestó. Dejó la habitación rápidamente, como si pretendiera evitar una situación incómoda.

-Nina...- susurró Rubén. No quería que se fuera, quería que le explicara qué estaba pasando.

Cerró sus ojos.

Intentó concentrarse, recordar por sí solo algún hecho que le devolviera su memoria borrosa.

Recordaba a su amiga pelirroja, Nina. Ella era su mejor amiga, recordaba haberla conocido... en París. Sí... había ido a París por la boda de... de dos sujetos. Willy... y Vegetta... sí, los recordaba a ellos. ¿De dónde los conocía? Formaban... parte de un grupo de amigos... si... Staxx, Luzu, Lana, Cheeto, Laura... Alex... Alex era muy gracioso. También le decían Alexby. Más bien... alguien le decía Alexby solo para molestarlo. Era...

Miguel.

Miguel... era su pareja.

¿Dónde estaba Mangel?

¿Dónde había sido la última vez que lo vió?

Rubén arrugó un poco su ceño, viendo algunas pocas imágenes mentales de lo que parecía ser una boda, pero no era la de Guillermo y Samuel, no... esa boda era...

... la de él.

Él y Mangel se iban a casar.

Y entonces... recordó todo.

Abrió sus ojos bruscamente, mirando de manera perdida a su alrededor que ahora parecía ser más claro. Los pitidos agudos que sonaban a su lado estaban acelerados, en sintonía a los latidos rápidos de su corazón.

Rubén se sentó en la camilla de golpe, mirando algunos cables extraños conectados a su cuerpo. Los arrancó sin sutileza, haciendo que el pitido se convirtiera en un sonido constante y terriblemente molesto. Pero no le prestó la menor atención.

Por Siempre y Para Siempre (Rubelangel) ~ [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora