Capítulo 61

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Miguel se separó del beso aún sin poder creérselo. ¿Qué le había hecho cambiar de opinión tan rápido?

-Rubiuh... ¿Ehta seguro? Si lo haceh por mi... yo puedoh esperar- aclaró algo cabizbajo. En verdad quería hacerlo, pero tampoco quería apurar las cosas.

-Mangel, si te soy sincero... estoy aterrado pero... quiero intentarlo... los dos juntos- explicó girando su cabeza en dirección a la ventana. Suspiró. ¿En verdad lo haría? Si. No había vuelta atrás. Y no lo hacía solo por Mangel, a estas alturas admitía que él también deseaba un contacto físico.

-Ehta bien, ¿quiereh que yo...? bueno, tu sabeh...- Miguel tragó saliva. Al hacerlo con chicas todo era mucho más fácil y claro, pero ahora tenía a Rubén debajo de él, ruborizado y respirando entrecortadamente. ¿Y si le hacía daño? ¿Y si luego de esto todo se desvanecía? Por un tonto deseo carnal...
Rubén abrió sus ojos perturbado por el comentario de Mangel. Si... sabía a lo que se refería, y sabía que dolería. Pero sinceramente, él no se veía "encima" de Mangel. Rubén era demasiado nuevo en todo el tema, así que prefería que Miguel lo guiara y que en un futuro pudieran aprender qué cosas les gustaban y qué cosas no. Lo único que debían hacer era probar.

-Mangel... yo no se nada de esto. Quiero decir que... prefiero que tu lo hagas. Luego vemos que tal y... no se... s-solo, ten cuidado.- trató de expresar sin poder mirar a Mangel a los ojos. Todo era tan vergonzoso.

Miguel suspiró algo aliviado, ya que no se veía siendo "el de abajo". Acarició la mejilla caliente de Rubén y se acercó a su rostro. Rubén giró su cabeza una vez más y observó a su pareja. Ya se habían acostumbrado a la oscuridad, por lo que podían verse claramente sin necesidad de mucha luz. La mano del castaño también acarició delicadamente la mejilla de Mangel y luego terminaron de acercarse para darse un beso. Uno lento, delicado y suave. Pero así como empezó, el roce comenzó a hacerse más fogoso en el instante en que Mangel abrió un poco su boca, pidiendo con su lengua que Rubén hiciera lo mismo, el cual entendió el mensaje y tímidamente, separó un poco sus labios. Mientras el morocho se adentraba en la boca de Rubén, comenzó a acomodarse en la cama, haciendo que el castaño siguiera sus movimientos inconscientemente. Rubén entrelazó sus brazos detrás del cuello de Mangel, acercándolo mas a su cuerpo sin separarse de sus labios, sintiendo como el otro no tenía problemas de acomodarse sobre él. Miguel bajó sus manos a la cintura del castaño, y cuando estuvo a punto de comenzar a subir su camisa, un fuerte estruendo les hizo separase casi instintivamente. Ambos miraron a un costado de la cama, percatándose de que la guitarra que antes estaba en la cama se había caído al piso por sus movimientos. Miguel sintió una carcajada de Rubén y lo miró extrañado. ¿Por qué se reía tan de repente? ¿Acaso era... por su enfermedad?

-L-lo siento es que... la puta guitarra cortó el momento- dijo tratando de calmar su risa. Miguel negó con la cabeza divertido y aliviado para luego volver a acercarse a Rubén, pero esta vez de manera lenta, y se permitió esconder su cabeza en el cuello de su novio sin tocarlo, pero haciendo que su respiración tibia chocara contra su piel, que claramente ya se había erizado.

-No tengo problemah en crear el momento de nuevoh- susurró lascivamente en el oído de Rubén para luego besar y lamer su lóbulo. El guitarrista no pudo evitar soltar un débil jadeo al sentir ese contacto húmedo y caliente. Se sentía tan extraño, tan placentero. Su cuerpo comenzaba a reaccionar a las caricias tortuosamente lentas de Mangel, pero le encantaba. Llevó sus manos hacia la espalda del morocho, acercándolo aún más, quería sacarse la camisa de una vez, quería sentir la piel de Mangel sobre la suya. Cerró sus ojos y se concentró en lo que hacía su novio. Este, comenzó a bajar sus besos al cuello de Rubén, el cual al sentir aquello soltó su primer gemido. Sintió como Mangel sonreía sobre su cuello y luego como comenzaba a lamer esa zona sin pudor alguno.

Por Siempre y Para Siempre (Rubelangel) ~ [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora