-Ay Adam, no aparezcas así, casi me da un ataque al corazón- rió Emma tratando de suavizar el ambiente que de un momento a otro, se había vuelto pesado y denso. Miguel y Adam se sostenían la mirada duramente. Ninguno cedía.
-Vaya, vaya, vaya- comentó el mayor con una sonrisa sarcástica, ignorando a su mujer- el hijo prodigio ha regresado.
-No fui yo el que desapareció por ocho meses, Padre- Miguel se cruzó de brazos- ¿Recordaste que tenías esposa e hijos?
-Miguel ya basta- lo detuvo Emma mirando de reojo a Rubén, el cual permanecía callado e incómodo.
-Tranquila Emma, sólo estamos bromeando- explicó Adam sin desviar la mirada de su hijo mayor- ¿Verdad Miguel?
-Como digas- dijo restándole importancia. No deseaba armar una escena frente a su novio. Miró hacia el castaño y le sonrió para darle confianza.
-Cariño, él es Rubén, un buen amigo de Miguel- presentó la mujer amablemente. Adam observó a Rubén de pies a cabeza de manera indiferente, haciendo que el castaño se incomodara.
-U-un gusto s-señor Rogel- tartamudeó sintiéndose estúpido al instante. No era la primera buena impresión que quería darle a su suegro. El hombre, ajeno a ese pensamiento, se limitó a asentir en completo silencio y luego se dirigió a la mesa, donde el desayuno estaba ya servido. Todos siguieron sus pasos de manera silenciosa, terminando sentados alrededor de la comida. Rubén elevó la mirada y se percató de la presencia de Kevin, el cual se había sentado frente a él. Se sorprendió al verlo tan callado y con los ojos posados perdidamente en sus manos. Ahora que lo pensaba detenidamente, el menor no había hecho un solo comentario durante la charla anterior. ¿Estaría intimidado? ¿Aún siendo su hijo? Adam había ignorado completamente a su hijo menor, era como si no existiera, y Kevin no se esmeraba en existir.
-¿Por qué tanto silencio familia? Vamos ¡Ánimo!- exclamó el mayor de un momento a otro. Emma sonrió tímidamente mientras que Miguel le lanzaba una mirada cansada a su padre. Kevin se mantenía al margen.
Definitivamente, Rubén quería levantarse de la mesa y salir corriendo. Pero cuando sintió la mano de Mangel agarrar la suya por debajo del mantel suspiró más tranquilo. No estaba solo, y debía enfrentar los problemas con él, juntos. No dejaría a Mangel por su cobardía. Ya no más.
-Y bien hijo ¿Qué has estado haciendo eh?- preguntó Adam devorando una fina tostada con mermelada de durazno.
-Lo de siempre- contestó secamente, pero luego se aclaró la garganta. No podía ser rencoroso, no ahora- He viajado, conociendo lugares, comidas, culturas..
-Y gente también, por lo que veo- sonrió mirando a Rubén.
-Si... conocí a Rubén en uno de esos viajes y... nos hemos hecho muy cercanos- admitió apretando la mano de su nervioso compañero.
-Y dime... Rubén. ¿Qué te parece nuestro hijo? Miguel es único en su especie- bromeó Adam haciendo que el castaño sonriera un poco, pero al ver que a su novio el comentario no le había hecho la menor gracia, dejo de sonreír. Le sorprendía ver a Miguel de esa forma, siempre era muy amable y hablador, pero ahora parecía una persona totalmente diferente. La tensión podía respirarse en el aire.
-Es... alguien bastante único, sí. Pero en el buen sentido- respondió tratando de no mostrar su nerviosismo.
-Rubén también es alguien interesante, sabe tocar la guitarra muy bien, y además canta- alagó la mujer sonriéndole amablemente al castaño.
-Con que un artista- murmuró Adam mirando su plato mientras tomaba de su café cargado- interesante...
La charla no se extendió mucho más. Todos acabaron su desayuno lentamente para luego dirigirse al gran y elegante salón. Kevin había optado por irse un rato a montar a caballo. Se notaba a kilómetros que el menor no estaba contento con la aparición de su padre.
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Por Siempre y Para Siempre (Rubelangel) ~ [Editando]
FanficRubén sufre de una enfermedad que le hace actuar antes de pensar, de esa manera termina alejando a todos los que lo rodean... pero un médico llamado Miguel consigue acercarse a tal punto de sentir algo por él. Aunque lo que él no sabe es que Rubén o...