Capítulo 34

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Mangel caminaba por las oscuras calles del pueblo sin poder quitar su sonrisa boba. Se sentía feliz ya que todo volvía a estar bien por fin, nada había salido como lo esperaba, pero al fin y al cabo terminó obteniendo lo que quería, eso que hace solo unos días se veía tan distante. Todo estaba pasando muy rápido pero no le importaba. No le importaba la forma en la cual sucedieran las cosas porque se había convencido de que lo que sentía por Rubén no era un chiste. Pasara lo que pasara estaba seguro de que no afectaría su relación con el castaño. O eso creía.
Llegó al fin a su departamento y se dirigió a su habitación para coger algo de ropa y entrar al baño. Un vez dentro se desnudó y se metió a la ducha limpiándose con el agua tibia que recorría su cuerpo. Era agradable sacarse esos restos de suciedad que de alguna manera le recordaban todo lo malo que había ocurrido, todo lo negativo y desagradable se iba mientras enjabonaba su cuerpo. De la nada se le vino a la mente Rubén. ¿Cómo sería estar con él, bajo esa ducha? Le gustaría poder conocerlo más íntimamente, tocar su pálida piel y sentir su cuerpo unido al suyo. Sin que se diera cuenta, de solo pensar en eso un cosquilleo subía de sus pies a su cabeza, concentrándose en su entrepierna. Ahora que lo tenía quería más, quería demostrarle su amor de otra manera más personal. Pero sabía que debía esperar, era muy pronto. A él no le importaba, pero para Rubén sería algo demasiado rápido y tal vez se asustaría o lo rechazaría, empeorando todo. Incluso podría tener un ataque de furia por su enfermedad. No. Debía esperar. Debía controlar esas ganas de hacerlo suyo por completo. Mientras tanto podía disfrutar de imaginárselo ahí, en la ducha con él. Se lo imaginaba acariciándolo y tocándolo. Se sorprendió por sus pensamientos ya que nunca antes había hecho algo así, sin contar su adolecencia que era cuando sus hormonas estaban al máximo, pero ahora era un adulto y no pudo evitar sentirse inmaduro otra vez. No le importaba. Esa sensación de cosquilleo le daba demasiado placer. Sin pensarlo mucho dirigió su mano derecha a su miembro agarrándolo firmemente y comenzando a masajearlo lentamente. Le daba vergüenza hacer eso, pero nadie lo sabría, sería su secreto. Cerró sus ojos y dejó que su imaginación volara. Se imaginó a Rubén detrás suyo besándole el cuello, pegándose a su cuerpo y tocando su torso. Como desearía que todo eso fuese real, que Rubén estuviera realmente ahí. Aumento la velocidad de sus movimientos y soltó un pequeño gemido apretando sus párpados. Su respiración comenzaba a agitarse haciendo que su pecho subiera y bajara.
-Rubiuh...- suspiraba cada tanto sintiendo la mano del castaño en su miembro. Llegó a un punto en donde creyó su propia fantasía y sintió a Rubén con él, sintió su respiración chocando con su piel mojada y tocándolo sin piedad. Arqueó su espalda un poco sintiendo como todo el cosquilleo se concentraba en su miembro y soltó un grito ahogado en el momento que se vino sobre su propia mano. Abrió los ojos calmando su respiración y se recostó en la fría pared de la ducha.
-Joder, estoy locoh- se dijo sin creerse lo que acababa de hacer. Se sentía ridículo pero un poco aliviado. Al menos había calmado esos pensamientos pervertidos hacia el castaño. Aún con un poco de vergüenza, término de lavarse y salió de la ducha para secarse y luego cambiarse. ¿Podría ver a la cara a Rubén después de hacer aquello? Ojala lo que había hecho no se le viniera a la mente cuando lo viera. Pasó por la cocina y se decidió a comer algo, no se había percatado de que sus tripas sonaban suplicándole algo comestible. Abrió un cajón y sacó un paquete de galletas. Mientras las comía una por una pensaba en que estaría haciendo Rubén ahora. No lograba sacarlo de su mente, pero no le importaba. Era agradable tener en su cabeza a esa persona tan especial que le hacía masturbarse en la ducha. Rió por su pensamiento y negó con la cabeza.
-Si alguien me vierah ahora, pensaríah que estoy demente- habló en voz alta percatándose de que reía y hablaba solo. Prendió la televisión sentándose en el sofa con la intención de relajarse un rato y sin darse cuenta se quedó profundamente dormido.

El sonido de su móvil lo despertó bruscamente haciendo que casi se cayera al suelo. Luego de orientarse buscó el aparato y contestó sin ver quién era.
-¿Holah?- dijo somnoliento
-¿Miguel? ¿Qué te pasó, te desperté?
-¿Tu que creeh Alexby?- le respondió sarcásticamente reconociendo su voz.
-¡Que no me llames así cabrón!- se quejo gritando un poco
Mangel comenzó a reír haciendo que su amigo se le uniera a los pocos segundos.
-Vale escucha. Tengo algo importante que decirte.
-Te escuchoh
-Emm... bueno ¿cómo explicarlo?- Mangel noto el nerviosismo de Alex y se puso un poco más serio.
-¿Qué pasa Alex?
-¿Recuerdas a Willy y a Vegetta?
-¿Cómoh olvidarlos?- suspiro Mangel con una sonrisa, recordando esos viejos tiempos de escuela. A pesar de ser muy amigos se habían distanciado un poco al terminar el colegio, pero eso no hizo que su amistad se rompiera.
-Bueno... hace poco me dieron una noticia bastante... impactante.
-No entiendoh... ¿Qué noticiah?- preguntó impacientándose. Escuchó cómo Alex suspiro desde el otro lado de la línea y lo soltó.
-Se van a casar.
-...
-...
Mangel estaba sin palabras, es decir siempre había sospechado que había algo entre esos dos, pero luego se le olvidó ya que ellos mismos se lo negaban. ¿Y ahora le decía que se iban a casar?
-No me loh creo
-Joder tío que no es una broma, me pidieron que yo te diera la noticia porque estaban muy ocupados preparando la boda y todo eso.
-¿Alex te estah escuchando? De seguroh te trollearon tío- río Mangel un poco nervioso.
-¡Que no! ¡Hasta se han besado delante mía!
-¿¡QUÉH?!
-Lo se, yo también tuve esa reacción, es decir... me impresionó bastante el hecho de que fueran gays... les pregunté y me contaron que todo comenzó el último año de escuela. Vegetta estaba enamorado de Willy desde hacía tiempo y el día de la graduación se lo dijo... y bueno pues... las cosas salieron bien para ambos... No entiendo cómo nos ocultaron algo así, pero supongo que no fue fácil para ellos - relato Alex un poco incómodo.
-Macho, que aún me cuesta asimilarloh- dijo Mangel un poco shoqueado.
-Vale pero tu no estas en una situación muy diferente- le dijo en un tono burlón.
-¿De queh hablah?- preguntó confundido
-¿Qué? ¿Ya olvidaste a Rubén?
En ese momento Mangel sintió como su sangre se concentraba en sus mejillas. Se había sonrojado y se puso aún más nervioso cuando escuchó a Alex reír. Había olvidado completamente esa charla.
-N-noh, noh lo he olvidadoh- respondió rascándose la cabeza.
-Entonces...
-Entonceh- le interrumpió- Alex, no me creeríah si te contara todo lo que pasóh desde que hablamoh
-Vale, vale... luego me cuentas. Volviendo al tema de nuestros amigos... la boda será dentro de un mes así que deberías prepararte.
-Vale, ¿en dóndeh será?
-En París. ¿Romántico verdad?- dijo riendo
-¡¿PARÍS!? ¡Eso está muy lejoh!
-Ya tío si a ti la plata te sobra- seguía riendo. Pero para Mangel el problema no era el dinero, era...
-No seh si podré ir Alex- confesó algo cabizbajo.
-Sabes que se enojaran si no vas.
-Lo se peroh... ah joder... esto es complicadoh- se quejo un poco angustiado.
-Tranquilo, aún hay tiempo, tu solo piensa bien qué harás. Me tengo que ir Miguel, pero todavía tenemos que hablar. No me dejaras con la intriga de lo de Rubén ¿entendido?
-Lo que tu digah Alexby- lo molestó Mangel.
-¡Miguel Ángel!- grito Alex antes de que Mangel cortara la llamada riendo. Luego de calmarse se recostó en el sofá mirando el techo. No podía creer lo de Willy y Vegetta. Ni siquiera sabía que eran novios. De alguna manera los envidiaba, a él también le gustaría casarse con Rubén.
-Joder Mangel, ereh muy ansiosoh- se dijo a si mismo tapándose el rostro con las manos. Y es que no podía evitarlo. Las posibilidades de un futuro soñado eran infinitas al lado de Rubén. Quería compartir su vida con él y hacerlo feliz hasta el día de su muerte. Era lo único que deseaba. Tanto pensar en el castaño se dio cuenta de que ya era tarde. Tomo sus llaves y salio disparado hacia el hospital, ansioso por ver a Rubén.

Por Siempre y Para Siempre (Rubelangel) ~ [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora