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Aquella tarde había sido notificado que los planes habían salido tal cual se planeaba, sólo que el gruñido de molestia que había recibido tras cortar con la comunicación lo hizo temblar de pies a cabezas. Jonas O'Reilly había sentido de primera mano nuevamente la frustración sexual de su mejor amiga y alfa, por el gruñido se entendía cual era el nivel de molestia y su inquietud se intensificó cuando vio llegar a Yiara, su guardiana pero no a su alfa.

Ya casi llegaba el anochecer de aquel día en el que partieron, y por lo que veía, su alfa debía llegar muhho antes que Yiara pero no, parecía que cuando más la noche se acercaba, solo se encontraría con la mencionada, bajando del auto con cansancio, estacionando frente a su casa.

-¿Porqué no están juntas? -preguntó mientras miraba algunos papeles de las próximas reuniones para las nuevas adiciones consumistas dentro del pueblo-Se supone que llegarían juntas y todo estaría más calmado.

-Detalles, Beta Jonas.

-¿Cómo que detalles? ¿Estás consciente que el Alfa cuando vuelva estará como el culo de malhumorado que si no ve orden en algún lado, volaré por los cielos? -dice el Beta exasperado mientras se muerde el labio al leer las noticias de atraso en la nueva restauración del museo.

-Te saldrán canas si sigues así. Beta Jonas, ella estará bien. Es hora que la busque y no vuelva a rehuir. -dice totalmente despreocupada, pensando mientras bosteza de cansancio tras continuar con lo dicho-Digamos que solo dejé que alguien la incomodara sexualmente para que vaya hacia la luna, no es como que haya causado... -empezó a decir despreocupada la plateada mientras se queda estática al olfatear algo en el ambiente.

-¿¡Que?! ¿¡HAS DEJADO QUE ALGUIEN LA ACOSE!? Esto es inaceptable, ella no es esa clase de persona, ella... Leo, es...-suelta los papeles sin querer pero enseguida vuelve a agarrarlos espantado antes de que estos escaparan de sus manos por el viento-, ¡oh Dios! Pero... Y la luna es muy joven para quedar en silla, ¿es que no piensas en la pequeña acaso...? -exclama preocupado por temer la capacidad del celo y fuerza con la que este llegaba a uno.

Sin embargo, en cuanto cae en cuenta en la pose de la mujer de cabellos plateados, se extraña y parece intentar retroceder pero choca consigo mismo.

-¿Eh? ¿Te encuentras bien, Yiara?

Está parece darse la vuelta y sin más, sonríe incomoda para luego salir a correr como si su vida dependiera de ello, Jonas iba a preguntar que pasaba o al menos mirar hacia dónde miraba antes, que era al frente. Pero no pudo, porque rápidamente una cabellera negra y cuerpo muy conocido, pasó tirandolo al suelo, logrando que los papeles se quedaran desparramados en el suelo.

-¡Maldita sea, Luca! Fijate por dónde vas... -pero su voz calló al escuchar.

Un fuerte "dumb" se escuchó a metros, tal vez dos cuadras y media hacia bajo. Y varios gruñidos, Jonas agarró rápidamente los papeles con total rapidez y cuidado, para correr en esa dirección. Encontrándose con una escena algo curiosa.

-Vaya...

Arrojada en el suelo, justo en la acera gris del pueblo, se encontraba Yiara acorralada en una posición bastante comprometida debido a que Luca no se movía del cuello de la mujer y por los gruñidos que salían eran más bien de proclamación que pelea, mientras que la reacción de la guardiana había sido quedarse estática cuál cabra asustada.

-No me lo esperaba, pero me sirve.

La voz ronca del alfa hace sobresaltar a los tres, Jonas salta sobre su lugar, mirándola pálido. Parecía que su Alfa estaba bastante tranquila pero su semblante era muy serio, se había cambiado por un oufit más hogareño, jeans azules con una playera negra y campera de invierno abierta de color blanco, y el cabello suelto.

Aunque parece que Luca no cedería la cuestión de soltar a la asustada guardiana, que por un momento, pareció recobrar la compostura pero en cuanto iba a separarse del pelinegro, este gruñe como si estuviera alertando bastante enojo. Por lo que, con total despreocupación, Leongina se acerca a Luca, lo toma del rabillo del cuello de su ropa alejando sin mucho esfuerzo de la mujer plateada quien se encuentra asustada y preocupada.

-Yo...! Lamento mi reina por tal indebida escen...

-No me dirijas la palabra, estoy muy cabreada contigo. Y por tu parte, Luca. Realmente me alegro de tu fortuita suerte, pero me temo... Que no es de mi agrado verlos tan cómodos por lo que, te presento a tu mate: Yiara Klinsmann mi guardiana y protectora original. -añade totalmente cínico Maxam haciéndose presente- y bueno, este joven de aquí es Luca Marchelo, tu lobo y mate. El protector actual y General de los guerreros de nieve-finaliza Leongina tras hacer los honores y suelta al menos mencionado que cae al suelo como muñeco- ¡Que comience los juegos del hambre!

Jonas no puede creer lo que ha hecho, su alfa había puesto los papeles sobre la mesa, dejando totalmente descolocado a ambos lados, que ni siquiera podían caer primero en pensar que eran mates, parejas. Y allí viene el humor oscuro del Yang, apoyado del Yin diciendo sus puestos. Literalmente en vez de haber esperado que por si solos entraran en conflicto por el puesto, ahora los había puesto contra la espada y la pared. Era definitivo, el escarmiento de su alfa era mucho peor que los escarmientos de otros alfas antiguos. Por eso era mejor tener como amigo a Leo que enemigo, nunca sabías como atacaría o haría el paso a desencadenar las cosas. Bien podía ser el equilíbrio pero también podía desencadenar el clímax antes de tiempo. Porque Luca Marchelo amaba el puesto que tenía, y había estado casi toda la vida de Leo a su lado protegiendola, en cambio solo unos cien años la verdadera guardiana original lo había hecho. No era algo por lo que cedería fácilmente y bueno, por el lado de la guardiana, había visto la determinación con la que había vuelto hacia el Alfa Hembra.

Sin embargo, la posición de semblante serio, había pasado a uno totalmente tranquilo como si estuviera más que divertida ante los acontecimientos que vendrían a continuación. Porque realmente, esperaba ver arder troya, porque ni siquiera se había quedado a admirarlo.

-¡Es-espere Alfa, no puede...! -exclamó intentando detenerla.

-Si puedo, deben tomar buenas decisiones en esta vida y si no hacen elecciones buenas, ninguno de los dos será apto para lo que yo represento. ¿No es así, Elay? -pregunta totalmente seria, siguiendo el camino de la acera hacia en frente hacia la casa mayor del Alfa.

A unos palos de faroles de distancia, tal vez cuatro o cinco, el albino-rubio platinado se había quedado sin aire. Totalmente pálido al ser reconocido por tanta distancia, aún cuando había intentado camuflar su aroma con la de su alfa.

-¿C-como...?

-¿Elay? -pregunta descolocado Jonas, mirando por todos lados, hasta ver como el joven dos años menores se había quedado igual de estático que los otros dos que no dejaban de mirarse ceñudos. -Vaya, llegaste rápido.

Sin embargo, volteó la mirada hacia su alfa, que caminaba sin mirar atrás, sintiendo un frío llegar a su nuca y poco después unos pocos copos de nieve caer.

-Si que está temperamental. -murmura impresionado al verla pasar por el lado del alfa Rock que estaba esperando con la puerta abierta de la casa mayor. El cual a su vez, la sigue y cierra la puerta tras ellos.

-¿Qué tanto?-pregunta temeroso y preocupado Elay, mientras se acerca aunque se queda mirando intrigado a ambos jóvenes sentados uno enfrente del otro mirándose mal y a la vez quedando en esa posición de regalados. -Un delta y su guardiana. Que curiosa pareja. -dijo tras soltar un silbido.

-Pues, parece que de 1 a 10...¿Mil tal vez queda corto? -suspira mientras intenta ordenar los papeles y empezar a caminar hacia la casa donde los alfas se encuentran.

-Estoy en aprietos, joder. -farfulla dejando a la pareja atrás en su onda perdida, siguiendo al beta.

-Uy, si que lo estas. -añade pensativo Jonas, «o tal vez, todos lo estábamos, este día era el cuarto día sin su luna. Y aún faltaba tres días más para que esta situación dejara de tener tanta tension» pensó totalmente estressado, acariciando se la nuca.


#¡Uy!no era el reencuentro que tenía en mente, pero me sirve, se re desencadenaron varias cosas, y parece que la semana que dijo Yiara que se encargaría de cuidar de Leona, no será tan fácil como lo pensaba. ¿Qué piensan del despilfarro que hizo Leona en Luca y Yiara? ¿Qué creen que pase? Al final, el encuentro con Elay aún está por verse.

Isabella Swan, Mi LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora