〔 63 〕

483 63 2
                                    

Luca se encontraba con las venas tensas, su cuello parecía sufrir de impotencia, coraje pero se abstuvo a expresar mas que eso. Aunque en su fuero interno, Arca -el espíritu guerrero gélido- irradiaba molestia completa, queriendo defender a su alfa, y darle una mano para extinguir a ese maldito bastardo. Ambos habían podido oler el exquisito aroma de la sangre de su alfa, entre menta y azufre, un aroma que quema el olfato pero al mismo tiempo sana al alma. Por ello, era el alfa elegido y nacido en una cuna muy golpeada por prejuicios de su propia manada, porque esa mujer con alma yin-yang era el elegido de salvar a la tierra de la desgracia que los humanos causarían, o tal salvar a los humanos del enojo de la tierra que sufría por las pulgas/piojos.

«Carajo, siento la impotencia y coraje en mis venas. ¡No se merece derramar sangre así!»gruñía internamente Arca. Un lobo de color neutro. Aunque si estuviera transformado el color que tendría sería rojo y no de pasión.

«No eres el único... Calma Arca, debemos calmar a la luna.»piensa resentido de no haber sido elegido para acompañarla. Pero debía aceptar que su compañera, su mate era quien debía cuidarla, no él... Había cedido a proteger a la Luna por encima de su apego sentimental de amistad al Alfa.

—Luca... N-no me siento bien. —se escucha la voz de la Luna titubear, y al cabo de unos momentos un traspié.

El de cabello negro se mueve rapido, y la agarra en brazos, la sentía gélida, estaba mas palida que de costumbre pero los labios fruncidos evidenciaban mas que la debilidad la molestia que habia podido percibir ante la osadía del vampiro. Pero aún así, no la entendía, ¿porque no pidió a su Alfa exterminarlo, sino que pidió solo piedad?, Se abstuvo de preguntar.

—Tranquila, volverá con bien. No es débil, es fuerte.—sentencia aun con la amarga sensación de impotencia.

Bella observa a Luca, sabe que el también se siente molesto, pero por algun motivo en cuanto iba a gritar su enojo, su estomago, y corazón tuvo un malestar, como si avisara algo.

—Lo sé, solo que... La sangre nunca es signo saludable, mas si cae como agua de un rayon.—murmura aun inconforme Bella.

Pero se sentía débil, no podía ir y golpear al vampiro por tal cosa, era solo una humana.

—Entremos y descanse Luna, ya se encargará el Beta Jonas y el Alfa del asunto en cuestión.—dice Luca sin tener batalla para introducirla a la casa.

Charlie no había podido hacerle entrar en razón, esta había salido con intenciones de correr y buscarla, quería y la necesitaba cerca. Ademas por el aroma predominante de su alfa en ella, estaba seguro que estaba recién marcada, por lo que aquello sin duda era una buena noticia.

Entra a la cabaña con la figura paterna viéndolo como un buho tras sus acciones, Luca contiene un suspiro y baja a la luna en el sofa, esta no se mueve, pero percibe como la piel de la humana empieza a quemar por lo que sin mas, va con pasos firmes hasta la cocina, remoja un paño y se lo coloca en la frente. Esto de dejar a su luna sola era un error, pero sabía que ninguno iba a poder estar mas de dos horas alejados, estaba necesitada del calor de su pareja y la marca necesitaba aun sanar, aunque no se viera necesitaría mucho del aliento gélido del alfa para calmar la fiebre.

—¿Qué le pasa a mi hija, Luca?—pregunta preocupado Charlie.

—La marca. Ella necesita a su lobo. —responde sencillo y corto, mientras se aleja de la Luna.

Sin embargo, Bella agarra como puede el final de su remera, y lo mira débil.

—Cuentame mas, sobre eso, por favor. —pide alicaída.

—Ok, solo que, suelteme Luna. Si mi aroma se queda mucho tiempo cerca suyo, volaré por los cielos y no quiero sufrir lo de Jonas también. —dice mirando la mano hasta que la castaña lo suelta y el respira aliviado al quedar algo alejado en otro sillón de ella.

Bella lo observa aun curiosa, pero los parpados le pesan bastante, su respiración la sentía muy caliente.

—¿Qué le pasó a Jonas?—pregunta sin entender la referencia.

—En una reunión que el Alfa tuvo con un culto de brujas, el beta Jonas la acompañó como es costumbre, querían una alianza pero una joven bruja tuvo muy malas elecciones de palabras para decir el futuro del Alfa, y como el beta es mas fenix que lobo, este se encontraba en el hombro del alfa, pero de la nada el enojo de Leongina salió al acecho y pues... Usó al beta como un balin de fuego. —explicó recordando la indignación del beta al contarselo, con la esperanza que él regañara a Leo.

Pero no tuvo ganas de regañarla, mas que nada porque tenía motivos para que el Alfa incinerara a la bruja. Pero eso no debía saberlo la luna, aún.

—Pobre el señor Jonas.—dijo comprensiva Bella, tras esa pequeña reseña de su encuentro cercano con una bruja.

—Si... Eh, creo que deberías dejar de llamarnos como señores, ya sabemos que somos mayores que usted, pero fisicamente somos unos 10 años mayor que tu. —sugiera Luca algo incómodo.

—Entiendo... Dime mas acerca de la marca, por favor...—murmura tras un moverse en busca del frío y no del abrumador calor que aumenta en su cuello, se sentía cada vez mas abrumada con la sensación.

—Tras el marcaje es normal sentir lo que sientes.—dice Luca logrando que Bella lo mire sorprendida— El calor es por la falta del alfa, este debe estar proporcionando calma a su luna hasta que se acostumbre al enlace mutuo. Yiara, por ejemplo no necesitó tanto mi cercanía por acaloramiento del que padeces, mas bien tuvimos que copular unas cuantas veces para que yo me sacie y acepte que al fin la he encontrado. —comenta reflexionando.

Bella se queda algo incomoda con tal detalle, pero fue más o menos comprendiendo que entre humanos y metamorfos había diferencias notorias de reacción y efecto colateral en el marcaje. Por lo que lleva suavemente su mano a la zona que irradia calor.

—¿Qué puedo hacer hasta que vuelva Leo?—pregunta preocupada.

—Lo que podemos hacer por ti es colocar paños frescos en tu frente y cuello, que por obvias razones yo no haré eso último. —recomienda pensativo Luca.

—Aún no entiendo... ¿porque sois tan recelosos con sus parejas? No seré una cualquiera para irme a meter con otro tipo. La quiero, la amo... no podría.—dice Bella con el ceño fruncido.

—Somos muy territoriales, además tiene que admitir que el niño de la reserva te quiere para él,  al igual que el Cullen. Aunque este último, espero que se pudra en el escarmiento. —dice con resentimiento en lo último.

Bella se queda callada, hasta allí sentía correcto hablar, sus dudas por el momento estaban colmadas. Sin embargo, esperaba que pronto Leona pasara por la puerta y viniera a salvar de este calor que no creía soportar otra hora más. Ya pronto serían dos horas de su ausencia.

Isabella Swan, Mi LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora