Prólogo

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Forks, es un pequeño pueblo de Washington, un lugar donde habita y resurge muchas historias infantiles y adolescentes con géneros fantásticos y sobrenaturales. Aunque no todas las leyendas o cuentos son creados por un escritor de dicha categoría, sino que sólo es una fachada para ocultar la realidad de los hechos que rodean al ser humano.

Desde un principio Charlie Swan y toda su familia desde muy jóvenes habían sido envueltos en el mundo sobrenatural, solo por tener una relación fija con el pueblo, solo los políticos, gobernante o economistas, o cualquier categoría judicial, legislativa estaba ligada a saber de las leyendas nativas originarias de Forks, no tan nacientes de la reservación Quileute, sino que nacientes en el mismo pueblo. Cuando joven era Charlie se encontró con una joven de cabellos tan albinos y hermosos como la nieve, se sabía que era un poco mayor a él, tal vez 10 o 20 años, al menos así le parecía. Esa joven se llamaba Leongina O'Riaver, y era la princesa de los nativos de Forks, o más bien conocidos los guerreros de la nieve, esta era parte de la realeza, una extraña que era menor pero poderoso a las demás familias reales; su carácter y postura siempre fueron rectas, pacíficas nunca con intenciones de crear odio, envidia o caos, siempre buscaba la libertad de los derechos humanos o al menos eso parecía a los ojos de Charlie. Quien desde pequeño había elegido ayudar al pueblo siendo el próximo sheriff, y para su fortuna por esa misma meta conoció al mundo que lo rodeaba. Entendió del porqué debían proteger a los lobos como sus iguales y no sólo por los cazadores faltando las reglas, sino porque el pueblo de Forks descendía de una manada de lobos que estaba ligada a la realeza, pero que a miradas de la gente cotidiana aquello debía seguir siendo un mito, una historia para niños.

Cuando conoció a Reneé Dwyer fue por un golpe tonto y desgarbado, pero con el tiempo lo que pareció ser un golpe del destino se transformó en su futuro, porque en cuanto abrió y cerró los ojos, ya estaban juntos como pareja de enamorados, casados. Aunque en una de las veces que se presentaron a pequeñas fiestas que se realizaban cada año en Forks, fueron invitados debido a que Charlie ya había sido reconocido como un policía bastante valioso y de corazón puro, grande fue la sorpresa que en cuánto presentó a Reneé a Leongina quién, con un aura místico y pacífico les anunció de su embarazo. Pero no sólo por eso se sorprendieron, sino... Porque en ese entonces la princesa que ascendía a Reina, les reveló la información de que su futuro bebé sería su Luna, su pareja destinada; al principio aquello debió espantar a la mujer pero ni siquiera tuvo opción debido a que la mujer albina se inclino de rodillas cual guerrero ante ella, y le pidió solemnemente permiso para estar presente en la vida de su hijo/a, que dejaría que el destino y el bebé decidiera si aceptar el puesto de Luna de la manada de lobos proclamados como «Ginonix» y también el título de princesa. El lazo no podía ser roto, era algo que ocasionaría un desequilibrio entre las estaciones del año, porque Leongina era la Reina del invierno, por eso eran la manada de los guerreros de hielo o nieve, ella aclimatizaba Forks cuando era época y tiempo; si Reneé decidía alejarla de ella sin siquiera darle el beneficio de la duda sus concejeros le arrebatarían la tutela de la bebé por negación a una petición pacífica de la realeza, simplemente por la falta de educación y por ser un humano malagradecido; además de que podría matar a la Reina si era impulsiva.

Renné aceptó con miedo debido a que los guardianes mismos de la Reina los tenían disimuladamente rodeados, y la mirada fija del beta y mano derecha estaba muy atento a sus decisiones. No podrían escapar, y Charlie nunca buscaría una forma de huir en un pueblo donde era feliz, todo iba mal para Reneé si sus pensamientos era desaparecer. Sin embargo, con el tiempo de gestación, comprobó que Leongina no era peligro, no era una mujer egoísta, la cuidaba y trataba como un igual. Era bondadosa y sabía muchas cosas, no tenía mujeres que le hicieran todo el trabajo y si lo tenía era por voluntad propia.

Esta mujer de cabellos blancos, que nunca envejecía o al menos parecía envejecer lento, se volvió una amiga, familia y tal vez, ya la consideraba una nuera, aunque le pareciera muy sacado de onda que pudiera serlo al ver como ella trataba a la bebé como una hija pequeña durante sus primeros años de vida, pero en cuanto la bebé empezó a tener noción de lo que le rodeaba se decidió una misión encubierta.

Leongina, quería ganarse puramente el amor y confianza de su luna, de su compañera. Pero para ello tomaría la forma en la que su Luna la necesitaba, como una amiga, como una protectora y como la compañera de juegos, siendo así como eligió ser su fiel compañera en una mascota común y silvestre hogareña e independiente, de la raza Husky siberiano. Charlie contribuyó a la moción, siendo el quien iba a ser el "responsable principal" ante ojos desconocidos que le regalara a su hija el cachorro, Reneé apoyando como buena madre también por no tener opción y más por quedar maravillada ante lo mágico que su vida se volvió.

Isabella Swan nació y creció en una familia sana, con una mascota fiel y compañera de su descabelladas ideas de aventuras por el bosque, conoció a un niño que quedó totalmente nublado por la belleza de la niña, aunque este no podía acercarse mucho a ella por la protección celosa de la pequeña Husky siberiano, llamada leona, en honor a su historia infantil y fantasiosa favorita. Los mayores sabían porque de manera delicada la perrita era celosa y protectora con Bella, pero los niños sólo vivían inocentes ante aquel dato, pensando que era porque el animalito pensaba que sería reemplazado por un nuevo amigo. Jacob siempre intentó llegar a Bella, pero nunca lo logró, mas porque ella lo veía como un amigo que con ojos de posible amor. A la que si amaba desde que tenía noción o razón, era a Leona.

Cuando casi cumplió los 7 años, Renné se divorció de Charlie, la relación no funcionaba, no quería quedarse estancada en ese pueblo que era monótono y chismoso. La oportunidad que se le ofreció debido a que los viles enemigos de la Reina empezaban a sospechar de que está ya había encontrado a su Luna, fue el impulso justo para salir de forks e ir para California.

Charlie no concebía ni sabía cómo lidiar con un divorcio, creía que las cosas estaban bien por la vida tan tranquila que llevaban, en un ambiente familiar y protegido, pero en cuanto el beta un día apareció con la advertencia que su Reina debía viajar ahora a tierras lejanas para la protección de la niña y próxima princesa, entendió que Reneé sólo usó como excusa lo que estaba pasando para ir por sus propios sueños. Agradecido por tomarle en cuenta, pidió aunque no hiciera falta, que Leongina la cuidara mucho y que volvieran pronto.

Era bastante obvio, que un pueblo sin su Reina no podía estar, ni las estaciones sin su invierno. Por lo que siempre volverían, o al menos lo intentaría. Sin embargo, el destino tuvo que cambiar sus deseos, y por vários años se quedaron en California, Bella creció en un ambiente que parecía solitario por los cambios repentinos de vivir de un lugar a otro por impulso de la madre, o por amor. Que claramente nunca terminaba por ser eterno. Sin embargo, nunca estuvo sola, siempre estuvo acompañada de su fiel compañera.

Cuando cumplió los 17, decidió dejar más libertad y menos peso a su madre olvidadiza o de cabeza loca con la actual pareja, Phil, dando como opción visitar y quedar un tiempo con Charlie en Forks. Por lo que, la decisión estaba tomada, Isabella Swan volvería, la Reina volvería y tal vez su próxima Luna y princesa tendría al fin la manada Ginonix.

Aunque las cosas nunca serían fáciles para este dúo viajero de amigas fieles de amor puro y confianza. Porque vampiros y lobos obsesionados con un amor no correspondido sacarían a la luz la verdad muy por gusto de la albina. Porque la edad adulta para conocer a su mundo eran los 19, pero Bella se adelantó un año.

Desde allí su vida empezó realmente a tomar más color, porque su madre siempre le arrebató inconscientemente su felicidad por los cambios constantes, una infancia formaba al carácter de un niño. La torpeza venía desde los genes de Charlie y bueno la impulsividad por la de Reneé.

¿Cambiaría todo o nada, que Bella conociera cual fue su futuro desde pequeña? Descúbrelo leyendo la historia aventurezca que pronto la envolverá.

Isabella Swan, Mi LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora