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Ya habían llegado a Volterra, los días llegaron demasiado rápido, y viaje aunque hubiera sido tenso igual las cosas estaban sobre la marcha. Ya se encontraban frente a los Vulturi, Yiara y Luca cuidando a sus protegidos.

—Y bien, cuentanos a qué se le ofrece la visita Alfa Ginonix. —dice Caius Vulturi.

—Hace 6 meses y 3 semanas, unos nómadas rondan mis tierras, sus nombre son Victoria y James, estos mismos hace 8 meses atrás me emboscaron. Sabrán que dañar a mi especie implica una falta a nuestro tratado de paz, al igual que les di una advertencia en su debido tiempo de su existencia como Reyes. Sus acciones por mis tierras han estado levantando sospechas de vuestra existencia con los humanos, tal vez no afectará a mi raza sus acciones impulsivas pero a vosotros si. —cuenta sin mediar mas demora.

—La historia que nos han revelado es distinta, ¿Cómo podría confirmarnos la falta que ...?—empezó a decir Aro.

Sin embargo, Leongina ofreció un pergamino y en esta iban incluidas las fotos de las heridas ocasionadas en el pelaje del lobo albino. Al igual que una hebra pelirroja y rubia que enlazaba perfectamente con los vampiros nomadas. Logrando callar de inmediato al Rey Aro, quién observa con aquellos ojos rojos a la vampiro victimizada, quién intenta no demostrar su miedo ante la prueba, mientras que James empieza a sisear su rabia hacia aquel adefesio -osea al Alfa-.

—Retracto mi duda. Se le concederá la infracción que demanda. Sin embargo, ¿son las mismas pruebas para los avistamientos?—pregunta Aro, receloso de saber realmente si valía la pena exponer sus cabezas por los que pedían su protección.

Marcus se encuentra leyendo los papeles previamente recaudados de los avistamientos, que habían sido mandado por el mismo Beta del dichoso Alfa, entregándoselos, encontrando perfectamente fotos de los nombrados plasmados en borrones que podían distinguirse perfectamente los rasgos de los nomadas. Aro y Marcus comparten una mirada con Caius, que resopla y hace un ademan hacia Demetri y Alec, quienes someten e inmobilizan a sus pares(nomadas).

—¡Le vas a creer mas al enemigo que nosotros, desgraciado!—rugió James totalmente enervado.

—Ellos nos arrebataron a un compañero del Clan, ¡Es lo menos que pueden hacer por nosotros, sus iguales!—sisea la pelirroja, Victoria.

Sin embargo, ante tales asperezas Jane le infringe dolor a ambos para hacer respetar a su Rey, quién no la detiene, ya estaba empezando a aburrirse de la situación con relación a los nomadas.

—¡Aaagh!—ambos cegados y adoloridos nomadas, se sentían estupidos.

Creyeron que muy fácilmente iban a ser respaldados por sus reyes, creían que ese alfa no tenía pruebas. Creían muchas cosas incompletas de verificar.

Bella se quedó intimidada ante tales acciones de los reyes vampiros. Mientras que la diplomacia, postura y seriedad con las que Leongina se expresaba le hacían sentir cierta atracción, como si le fuera a parecer sexy. Maxam estaba divertido en percibir esa sensación y mirada en su Luna, lo cual lo hacía tener mas fuerza y orgullo en demostrárselo. Como un guerrero Rey Oscuro debía ser delante de incompetentes.

—En vista de que tus pruebas son verídicas, me temo que no podremos hacer nada por nuestros pares, te ofrezco sus existencias, a modo de pago por las faltas realizadas. —dice Caius, sin ningún apice de empatía por los suyos, estos no tendrían ni un grano de esperanza de vida.

«Mi Luna, a continuación tendrás que ser fuerte. No te ocurrirá nada, pero quiero que te entregues absolutamente a la nieve, no abras los ojos por lo que más quieras. Si no acababamos con esto ahora, no habrá tiempo después.»intermedia por la conexión Leona hacia Bella.

Isabella Swan, Mi LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora