—Muero de ganas que el nuevo museo particular se estrene.—gimió Angela tras cerrar en su locker.
Bella guardaba los libros que ya no usaría por el resto del día. Las clases de repaso habían sido agotadoras, más aún cuando todas las tareas atrasadas debía terminarlas antes del comienzo de los exámenes finales del año.
—Me han comentado que el Alfa Saint es quien lo coordina, pero no cuando será la inauguración. —comenta Bella recordando como su alfa murmuraba cosas muy poco entendibles entre sueños acerca del tema, aquello era un tema de prioridad pero que lo agotaba bastante.— Aunque nunca he visitado España, pero me resulta interesante imaginar que tanto arte traerá al pueblo.
—¡Eso mismo! De eso es lo que necesito conseguir investigar, hacer un reportaje antes de que se termine el año con las nuevas atracciones o noticias previas. —Angela golpea su puño contra su palma derecha, tras cerrar su locked, totalmente decidida.
—Puedo intentar contactar con el Alfa. Por si quieras hacer una entrevista para el periódico estudiantil. —propone Bella, pensando en que podía ir a visitar luego de clases a Leah.
—¿Harías eso por mi? ¿No sería aprovecharme de su amabilidad como Luna de la manada?—pregunta Angela totalmente entusiasmada pero con las mejillas ruborizadas por la pena de comprometerla con aquello.
—No es aprovecharse de mi nobleza. Aunque no prometo nada pero si que lo intentaré, pero te avisaré si no lo consigo antes del fin de este mes. —contesta Bella mientras agarra otros libros para la siguiente clase.
Angela sabía que aquello iba enserio, conocía demasiado bien como para alagarse a ella misma de que era amiga muy cercana de la luna. Sabía que esa mirada era de pura determinación, cuando Isabella Swan se proponía algo, lo conseguía le costara lo que le costara.
—¡Muchas gracias Bells! —la abraza con emoción tras sentir la frescura de la potencial ayuda de la Luna con su idea interesante para el proximo reportaje—Por cierto, se suspendieron las clasea de Educación física, podrías aprovechar ese tiempo para intentar terminar algunas tareas en la biblioteca.
—Perfecto, lo aprovecharé. En fin, nos vemos al final de clases, aunque quiera escaparme, biología no me espera. —bromea ligeramente Bella.
—¡Ojalá hubieras aceptado antes las clases de intercambio! Así aunque sea estaríamos mas tiempo juntas. —bufó Angela tras verla partir.
—Pasó justo cuando estaba de viaje. Nada se puede hacer ya...—se encoge de hombros y se despide con la mano.—Exitos por el resto del día, Angie.
—¡Igual!
Ambas jovencitas se separan para disponer a llegar en tiempo a sus correspondientes clases. La actitud tan aplicada de la Weber era muy puntual e increíblemente correcta, por lo que se había ganado el chance de intercambiar una materia para cruzar otra, es decir, intercambio biología por Lengua Española; ya que esa materia era la que mejor conectaba con ella.
[...]
Una vez que el timbre sonó anunciando la hora del almuerzo, todos los alumnos se retiraron de las clases hacia el patio de comida. Donde cada quién se encontraba buscando su alimento, como también algunos de los Cullen seguían asistiendo a clases, aunque sea debían aparentar terminar y no levantar mas sospechar ante los humanos que asistían a clases.
—Estoy tan aburrida...
Bufó Jessica al saber que ya nada era novedad entre clases, todo se había vuelto tan monótono. Sin embargo, enfocó su mirada en la Luna Isabella.
—¿Qué?—pregunta Bella al notarla que se ha quedado viendo.
—¿Es cierto los rumores de que el Alfa Maxam es muy bueno en la cama?—pregunta sin ningun pelo en la lengua.
—¿Cómo dices que dijiste?—pregunta Bella incrédula, sintiendo las mejillas arder pero hasta sus orejas.
La sonrisa de la chismosa Stanley se ensancha al verla reaccionar así, la Luna podía ser bastante interesante de molestar a bromas, claramente.
—Según tengo entendido, hace un buen tiempo atrás, el Alfa tuvo un rollo con uno de sus mejores amigos. ¿No sabes quién pudo ser?—pregunta curiosa.
—Jessica... No creo que sea conveniente que hables de eso en este moment-... —trató de intervenir Angela.
Pero la señorita Stanley la ignora, y mira juguetona a la Luna tras haber conseguido que su entreceño se frunciera, evidenciando que aquello no sabía de su pareja.
—Shh, Angie. Un poco de chisme viejo no viene nunca mal. —sisea riendo entre dientes.— Se dice que un tiempo anduvo con Luca o tal vez con el Beta Jonas, pero que en el momento que este encontró a su mate, todo terminó como si nunca hubiera ocurrido. ¿Lo sabías?
Isabella con cierta amargura siguió tragando la comida, aunque su estomago sintiera malestar, un malestar muy conocido.
—No me sorprende. —contestó Bella.
—¿Qué? No te pondrás roja de los nervios, como toda mujer que se respeta debería anular cualquier secreto entre el Alfa como Luna, ¿No sabes que las mentiras tienen patas cortas, Bellita?—pregunta Jessica con cierta actitud de compasión falsa.
Bella suelta el tenedor tras terminar de comer su ensalada, ya que hace tiempo ya se comió la costillita de cerdo. Respira hondo y mira a la chica frente a ella, para luego encararla.
—Las mentiras tienen patas cortas. Pero las chismosas, viven menos que una abeja que pica, ¿Sabes?—pregunta con cierta ironía, mientras sus ojos brillaron con aquel celeste blanquecino conocido por el elegido.
Logrando que Jessica retroceda tragando saliva, tratando de sonreír nerviosa para poder deshacer su tonto impulso de necesitada de diversión.
—Yo... Yo, s-solo lo decía a modo de entretenimiento...
—Si vas a exponer chismes o realizar este tipo de actos incoherentes, no tienes ningún derecho a mencionar al Alfa Maxam ni Leongina, ni siquiera vuelvas a tutearme si solo vas a querer diversión a costa de otros. —advierte con un tono de pura molestia, sin mencionar que el aroma que destila es del mana del elegido.
Logrando que Jessica y varios de los estudiantes que sabían su lugar, reconocieran el status de la Luna. Mordiendose la lengua y aceptando la advertencia, a no ser de que desearán ver al Alfa Maxam a sus puertas.
Dejando en claro aquello, La luna Isabella se marchó sin esperar a Angie, necesitaba respirar, necesitaba aire fresco o sentía que perdería el control ante cada frase provocadora que había soltado Jessica Stanley.
Pueblo pequeño, infierno grande.
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Isabella Swan, Mi Luna
WerewolfIsabella Swan es una joven normal, curiosa y taciturna, su vida es redactada caótica si es envuelta en un mundo sobrenatural. Se vera envuelta en este mundo tras tomar la decisión de quedar con su padre Charlie, en Forks mientras deja a su atolondra...