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Meravigliosa! -exclama Aro, con una mirada iluminada en curiosidad y diversión- Hermanos míos, pronto tendremos dos visitas.

Caius lo mira con una de sus cejas castañas, enarcada, y sin poder evitar, pregunta:

-¿Quiénes vendrán?

-El Alfa Ginonix, y nuestro Querido Carlisle han anunciado sus visitas. -comenta con tanto glamour que se percibe a leguas el desinterés. -Es curioso que ambos deban charlar de tema similares, ¿Habrán tenido sus diferencias al fin?

Caius sonríe por esa sugerencia, hace bastante tiempo lo estaba esperando, tener una oportunidad de poder debilidad una de esas dos partes pordioseras que daban ganas de extingir, por la mediocre realidad que profedaban con tanta libertad.

-Recuerda que ese Alfa es intocable, Aro, el Yang no es algo con el cual poder involucrarse, sin ser derrocado. -susurra Marco, con aquella tristeza ahogada en su mirada.

-Calla, tal vez haya mas oportunidades de poder derrocar a esa extraña Mujer. -contrarió Caius, quería ver caos.

-No, no, Marco tiene razón, por un momento olvidé ese detalle, pero si tuviera una debilidad podríamos hacernos con el poder de asesinar a nuestros enemigos. -Aro comenta pensativo, planeando su siguiente paso.

Caius comparte una mirada de diversión al igual que Aro, ambos eran muy avariciosos con el poder. Pronto tal vez, estás visitas le darían motivos para conseguir su ansiado poder.

Marco era un peón más, su vida se había pausado eternamente luego de la muerte final de su esposa Didime.

[...]

Por otro lado, Yiara y Luca estaban siendo informados de un hecho que había hecho tensar en alerta sus hombros, al igual que sus expresiones serias y preocupadas.

Habían sido reunidos en la sala de la casona del Alfa, este parecía no estar en el lugar, lo cual aliviaba un poco su preocupación. El humor que tenía el Alfa en dirección de ambos, no era la mejor en estos momentos.

-Sé que este viaje en particular, no era una sorpresa, para ustedes... Pero no hay forma de evitarse. Ella ya lo ha decidido, no hay vuelta atrás. -comenta Jonas, observando a ambos guardianes. Mientras se encontraba recostado contra el borde de uno de los sillones centrales.

-Luca deberás proteger a la Luna, sin ella, el Alfa no tendrá la postura que se necesita para la ocasión, lo sabes. -dice Yiara volteando el rostro hacia su mate. Su expresión era seria pero no era su tema de preocupación.

La joven albina de cabellos cortos, y posición corporal taciturna, se encontraba sentada compartiendo un sillón ancho, con su compañero que se encontraba frente al del Beta Jonas.

-Mierda. ¿Porqué justo esta semana? Creí que tendríamos tiempo para evitar esta presentación y los dramas que vienen con esto. -expone Luca, tras estirar sus cabellos negros, ya estresandose por lo que la Luna comenzaría a entorpecer el plan. Si recién la estaban involucrando en este mundo de manera oficial.

-Es sencillo, quiero presentarla a la Manada Ginonix, pero primero debo exponer los problemas que el Clan Cullen ha ocasionado en Forks, de acuerdo a sus decisiones, tendré la libertad de hacer lo que desee con el cobrizo. -contesta la misma Leongina, con el rictus serio, recostada en brazos cruzados en el marco de la puerta de la sala de reuniones.

-¿Y ahora cuál es tu fijación en ese ingrato?-pregunta Jonas, odiaba la mención de quién había lastimado a su Alfa y mejor amiga.

-No tengo porque contar mis planes. -admite con un tono monótono, mientras fija la mirada en la parejita.

Isabella Swan, Mi LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora