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// De: Número Desconocido.

Mi pequeña Luna, no podré asistir, surgieron algunos impedimentos. Te veo al salir. Te amo.

Está bien. Te amo Leona.

Bella Sawn reconocería hasta en el fin del mundo a la persona que estaba tras ese número. Porque sólo hay una persona que la llama así. Aunque la cosa que si la estaba tomando con extrañeza en su mente era: ¿cuáles eran esos impedimentos? ¿Qué estaría haciendo su Leona?.

—La clase de hoy se enfoca en leer pequeños párrafos del libro de nuestra cultura más vieja, es decir, el de: Yin-yang of Forks. —anunció el profesor dando inicio a la clase.

Allí comprendió a qué se refería su Leona, ella debía estar presente tal vez para dar la enhorabuena de haber regresado, o tal vez para dejar todo en orden. Lo que no se esperó fue la cooperación de varias personas que creía fielmente que eran más comunes y normales que ella misma.

—¡Oh! ¡Puedo comenzar yo, profesor! —exclamó con entusiasmo Angela Weber.

Mientras que Jessica Stanley estaba con cara de aburrimiento total, aquella clase parecía como algo de escuchar con mucha frecuencia a pesar que desde que había llegado a Forks, nunca la había escuchado antes pero al parecer por lado de ellas sí.

—Me alegra que aún tengan la emoción por nuestro origen, jóvenes del próximo presente. —exclamó con entusiasmo el profesor, que parecía tener un brillo especial en los ojos. —Sin embargo, tenemos que desempolvar estas historias debido a que ha llegado la época del festival del invierno, y muy pronto deberán exponer algún proyecto visual referencia a nuestros libros de origen. Señorita Swan, sé que usted acaba de llegar por ende, usted tendrá tutora especial para este ejercicio proyectual. —explica el profesor como si hubiera Especial diversión ante aquello.

—¿Qué? No es justo profesor, no por ser nueva debe tener exclusividad. Llevo años de escuchar en cada ciclo estudiantil aquella historia y nunca tenemos una nueva versión de ella. Yo también quiero lo mismo que Bella. —exige Jessica Stanley.

Bella se queda atónita al ver lo demandante que había sonado su compañera chismosa, como si fuera un gran honor tener una tutora.

—Señorita Stanley, como usted ya se sabe la historia del derecho al revés, comience por favor. No quiero ninguna palabra más al respecto de la señorita Swan. —comenta sin romper su postura de emoción y respeto el profesor de Historia.

—Pero... —titubea con disgusto al no haber conseguido lo que quería—, Usted sabe que mi bisabuelo fue Beta del padre del O'Really, no puede privarme de... —replica totalmente indignada la pelirroja.

—Señorita Stanley, lea la introducción del libro origen, o irá a detención. —impuso el profesor ya ligeramente molesto por el porte y la mandíbula tensa, ya la paciencia parecía finalizar.

La pelirroja bufa y mira mal a Bella, quien extrañada se queda con la ceja derecha enarcada y la izquierda baja.

—En un mundo más antiguo de nuestra vida actual, nuestro origen del pueblo de Forks se regía a través de categorías simples de rango, no habiendo aún ningún presidente que regir oficialmente nuestro pueblo o ningún alcalde, en ese tiempo existían los cargos altos: Alfa y Luna. Los medios: Beta y Deltas, y el último en la categoría los omegas. También estaba la categoría de especiales: El Soulmate, los compañeros o mate... —comenzó diciendo Jessica Stanley sim ninguna necesidad de abrir el libro, era como si desde pequeña aquello hubiera sido lo más interesante para enfocarse en aprender.

Isabella Swan, Mi LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora