〔 97 〕

160 29 1
                                    

Años atrás, milenios... Cuando era una joven perdida entre tanta hambruna de guerras, caos y pleitos, donde humanos necesitaban de luz, de esperanza... Llegaba a su llamado, dando luz e iluminando sus caminos aún cuando todo parecía perdido, desgastado... —empieza a decir Leongina mientras recuerda esos tiempos de silencio extremo, donde cada humano seguía su ciclo y sus vicios. Donde ella era un ente más que pasaba desapercibido en el mundo, ayudando a los desafortunados en la tierra.—Fue mucho antes de conocer a Yang. De conocer a mi pequeño error, y mucho antes de encontrar el amor por primera vez. Actuaba en la parte sombría, mataba a quienes debían morir sombriamente pero quiénes no lo merecían, siempre otorgué una luz que los enviara a un mejor camino.. Mis primeras intervenciones en el mundo humano eran pasivas y sombrías, guiando a cada persona tras un destello de luz hacia el camino que su destino debiera tomar...

Si lo cuentas de esa forma... El yin queda como un punto oscuro en la vida. Una energía negativa para la vida... —murmura confundida Bella.

«Es porque así es. El yang no solo representa el caos, también es capaz de mostrar el punto más oscuro del yin. Un punto que pocos pueden ver tras esa luz sombría, fría y cegadora.»explica Maxam tras observar el recuerdo de querida Yin.

Siempre he sido la representación de la energía negativa para la vida humana, aún cuando la luz fuera una evidencia positiva para cualquier situación. A pesar que el nombre diga blanco, no siempre el alma debiera ser puro soy un ente que da frío y gélido destino cruel a quién lo necesite aceptar pero también puedo ser dibujada como el refrán: "no hay mal que por bien no venga.". Yang a pesar que signifique negro, y muchas veces le guste intensificar las emociones acaloradas, la decisión y el caos, no quiere decir que sea malo. Tiene mucha suerte en ser un aspecto positivo para la vida, es la convicción más segura que el humano puede tener a su lado. Yo siempre he sido la parte destructiva... Y aunque ninguno lo quería aceptar, gracias a mi símbolo vital es qué Yang puede volverse oscuro.—explica con una mirada común en ella. Nunca había prometido ser pura.

—Tiene sus pros y contra. Ahora entiendo porqué al Yin-Yang se dice que se contienen mutuamente, los dos son inseparables y dependientes, separados son un caos a su manera pero juntos son el equilibrio de la vida y orden universal. —comenta Bella pensativa y optimista.—Al menos eso escuché en clases de historia.

«¿Qué tiene que ver esto con lo que debes explicarnos, Yin?»pregunta Maxam sin entender la conexión.

Antes podía crear una luz para proteger o sepultar el destino desprotegido de un humano. Esta vez quise ir a un punto más avaricioso, utilizar mi luz de energía negativa para crear algo puro para proteger a nuestra luna de los problemas que escaparan de nuestras manos y la afectaran a corta distancia. —explicó Leongina mientras con ayuda de Bella logra sentarse en la cama, y aún estando juntas entre sus manos logra invocar un pequeño destello de luz emanar en su palma de la mano.— Esto no era suficiente para protegerte de los enemigos... Aspiré a que tuvieras algo de mi para protegerte en caso de que te faltara apoyo...

«Sabías que ella querría ser útil. Protegerse y protegernos, su deseo mas imprudente... »reflexiona Maxam, encajando sus dudas con esa extraña explicación.

Bella la sigue mirando sin interrumpir, quería esperar a que Leona explicara todo para intervenir con dudas.

Sí, también percibía que ella no nos estaba compartiendo algunas informaciones importantes, y por la privacidad preferí dar algo mas de mi para su protección. Realmente no sabía el costo ni el riesgo de crear una figura de energía espiritual de manera poco ortodoxa para Bella... Pero de alguna forma surtió efecto cuando más lo necesitó solo que sabía que me sentiría debil pero no que desconectaría completamente del lado consciente tras prestar esa energía para su conversión.—comenta tras cerrar su puño y extinguir esa luz voluminosa en la palma de su mano. Bostezando bastante más cansada de antes.

—Donatella dijo que nació de ti, para protegerme de todo mal. Pero parecía saber cual era el costo de dicha acción drástica, ¿Porqué no sabías lo riesgoso que era?—pregunta Bella empezando a sentir culpa de haber estado orgullosa de haber tomado un cuerpo de lobo para defenderse. Si el precio era el malestar de su amada, no lo querría usar nunca mas.

Por que era un tema que solo debería utilizarlo en caso de emergencia. Siempre supe que podría hacerlo pero nunca el efecto contraproducente que me ocasionaría, aunque ... No es ni el más mínimo sacrificio para redimir siquiera la cantidad de pecados que he hecho en la otras vidas. Morir no estaba entre las posibilidades, no podemos morir tan fácil, cariño. —contesta sombría Leona.

Bella le pega el pecho, con molestia y enojo no le gustaba verla así. Ni que hablara como si su vida no fuera necesaria. Ella la ama tal como es.

—No digas así tan a la ligera. —sisea molesta la castaña.

«A la próxima avísame. No estoy tan capacitado para volver a perderte, además hace tiempo que no practicamos que tome yo el control. Cuando quedaste ida, yo no me podía mover aunque quisiera, tu cuerpo es tan pesado como la gravedad de un hoyo negro.»se queja Maxam mirándola mal.

Tampoco estaba muy a gusto con la forma despectiva que su querida Yin se mostraba ni se identificaba ella misma en voz alta. Pero era algo que ya venía de fabrica, el yin siempre sería yin.

Solo existirá la posibilidad de que usea a Donatella para cuando sea de suma urgencia. Para ello, Maxam practicara tomar el control en caso de que falte, les guste o no, debe ser una opción... Siempre debemos sacarle el jugo a estar juntos en un mismo cuerpo, el equilibrio de la vida no se aprende con solo la teoría también se debe ingeniar uno para aprenderlo día a día.—contesta Leongina ignorando las quejas de ambos. Aunque lo tomaría como recomendaciones para pensar más tarde, o tal vez cuando realmente debiera hacerlo.

—No quiero, me rehuso. —se encapricha Bella.

Les avisaba. No es que tengan opción de no hacerlo. Lo harán porque nunca esta mal reservar una idea de respaldo. —interviene severa Leongina.

«Tu maldito carácter nos volverá locos.»gruñe Maxam igual de inconforme aunque tener el control le daría ciertas ventajas.

Como por ejemplo: preñar a su luna.

Leongina jadeó al ver esa idea, y trató de espantar la idea. Bella se asustó al ser la culpable al apoyarse en el hombro vendado de la albina.

—¡Perdón!

No fuiste tu, Maxam ha tenido una idea muy fuera de lugar. —contesta Leongina mientras trata de recomponer la compostura.

«¿Qué pensaste Maxam?»pensó Bella.

Maxam solo se reía a diestra y siniestra, divertido de resguardar sus deseos.

«No lo diré, lo sabrás en cuanto tenga mejor salud. Por ahora, solo disfrutemos de estas vacaciones...»contesta el Yang con picardía al llevar la contraria al Yin.

Bella queda confundida, pero lo deja pasar por las caricias de su Alfa en la espalda, induciendola en sueño.

Descansemos, que por ahora... Podemos, que luego sé el lío al que deberé enfrentar. No por nada he despertado, Urana ha estado aquí... Y eso significa que más explicaciones debo dar. —murmura como si trescientos kilos de peso de años hubieran hecho que el cansacio se evidenciara en ella.

Bella cedió y solo porque había razón, terminó por callar. Aún tenía que contar lo de Edward. Por ahora parecía que se salvaba.

No creas que te salvas. Luego de esta siesta hasta la cena, me contarás ese secreto que involucra al bicho Cullen... Querida Luna.—persevera la voz tenue y adormilada de Leongina.

Isabella Swan, Mi LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora