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Bella no tardó demasiado en llegar a su casa, abrió la puerta tras haber palpado sus bolsillos y encontrado las llaves de la casa, la casa se encontraba a oscuras pero con la vista medio nocturna gracias al regalo de su Leona, pudo ir prendiendo las luces necesarias para iluminar la casa y subir sin drama por las escaleras. Abrió la puerta de su habitación, encontrandola tal como la había dejado hace unos meses atrás todo un desorden, por lo que se propuso a organizar un poco para encontrar los libros y la ropa que necesitaba para el día siguiente.

«En cuánto termines de hacer lo que estes haciendo, buscame en el patio trasero, mi pequeña Luna»se comunicó Maxam mediante el lazo de Mate&Alfa.

Bella se estremeció al escucharlo, al igual que la emoción empezó a cobrar sentido entre sus labios. Guardó todo lo que necesitaba por hoy en su mochila, bajó rápidamente por las escaleras y al tramo de dos escaleras saltó para abreviar caminata, dejó una nota sobre la cara de la congeladora para su padre, escribió rápidamente su mensaje para dejarlo con el imán puesto:"No te encontré en casa, pero me pasé para tomar algunas cosas de mi pieza, fui quién prendió las luces. Te amo papá, cuídate mucho, nos vemos en la abertura del museo."

Tras ese mensaje puesto y firmado por ella, se dirigió a sus llaves, cerró la puerta delantera tras ir hacia su auto para trancar las puertas, tal vez no irían en auto pero si en el lomo del hermoso lobo blanco. Bella guardó la llave del auto en su mochila, se colocó la misma por las correas en cada brazo y luego ya fue corriendo hacia el patio trasero encontrándose a la hermosa mujer intersexual sentada en los escalones del balcón trasero.

—¿Maxam, qué pasa?—pregunta al verlo perdido en la mirada hacia el bosque, aquello no era común.

La albina se voltea para observarla, sonríe de lado, y la invita a sentarse a su lado entre los escalones.

Ven, quiero charlar un momento antes de partir. —contesta Maxam con aquel tono ronco de hombre sexy.

«¿Acabo de decir hombre sexy?»se preguntó a sí misma, logrando sonrojarse por sus alborotadas hormonas ante la belleza deleitable de su compañero lobo.

—¿Mm? ¿Qué es lo que te tiene tan pensante?—pregunta curiosa Bella.

Tengo varios temas que hablar contigo, mi pequeña Luna. Entre ellos están: la abertura del museo, la fiesta de graduación y luego, nuestro futuro.—comenta Maxam mientras se voltea mirandola directamente, de perfil, como si quisiera expresar todo sin mediar una pausa.

—Pero la graduación aún está lejos. —contesta extrañada en ese sentido— Explícate mejor, por favor.

Necesito saber tus sueños luego de acabar el instituto, ¿Que carrera cursarás o te quedarás a trabajar dentro de la manada? No has comentado nada al respeto, solo te dedicas a ir a clases, pasar por tu casa, con tus amigos y luego a la manada. ¿cuáles son tus sueños? ¿quieres viajar? ¿visitar países?—pregunta bastante interesado en ese sentido. Mientras se acaricia la barbilla— y por lo del Museo, tendrás que buscar un vestido formal para asistir. ¿quieres ir conmigo o la mate de Saint te acompañará, tal vez la mocosa guardiana quizás? ¿cuales son tus planes, pequeña?

Bella queda boqueando tras cada frase que soltaba, las dudas y el interés de su compañero, de su pareja eran tan enfocadas e ilusionadas de ser partícipe que sintió el calor en su pecho, de sentirse tan amada y apreciada. Juega un poco con sus dedos, bajando la mirada avergonzada pero con una suave sonrisa que nada se lo podría quitar, por ende, tras sentir como las manos de su contrario tomaba sus manos entre los suyos, levanta los ojos.

¿Demasiadas preguntas que responder? ¿Me he sobrepasé...?—pregunta preocupado Maxam pero su duda queda suspendida en el aire tras verla sonreír tan dulcemente.—Tan bella y dulce al sonreír, mi pequeña Luna, un encanto sin duda.

Bella sonríe, se inclina un poco hacia elle, lo besa dulcemente y corto.

—Me has sorprendido, nada más. —susurra mientras respira profundo, e inhala aire para pensar un poco en las preguntas dichas.— Me gusta mucho la materia de Historia, podría enfocarme en estudiar en ello junto a la literatura, pero aún no sé bien como enfocarme en ello. Por eso no lo he dicho, estoy con dudas de sí aplicar a universidades fuera de Forks o dentro del pueblo. —corresponde ante las primeras dudas a las preguntas de Maxam.

El Yang se encuentra aún mas interesado al tema, ahora ya tenía mil ideas de cómo ayudarla, pero esperaría a que le fuera a pedir ayuda. O en cuanto la viera entrar en conflicto.

Tengo algunas ideas para ayudar, si las necesitas. Pero no hay apuro, como has dicho, pequeña Luna. —comenta Maxam sutilmente, mordiendose la lengua para no atosigarla entre tanto estrés.

—Gracias por comprenderme. —susurra agradecida y encantada, respirando más calmada en ese sentido, no sabía cuánto podía ayudar expresar sus preocupaciones con su pareja.— Por el tema de la vestimenta formal, no tenía idea de nada al respecto, pero puedo ir con Leah. Aunque... Angela quiere hacerle un reportaje al Alfa Saint para el instituto, ¿Crees que quiera ayudarnos?—pregunta teniendo la primera oportunidad de hacerlo.

—¿Es una petición como Luna para tu gente? ¿O sólo es un favor hecho a la cachorra Weber? —pregunta Maxam pensativo ante la mirada de ligera pena en su bella Luna.

—Eh... Yo... Mmm.. —nerviosa titubea, quedando pensando un momento, sintiendo su hombro y espalda tensa.

«Bromea nada más, mi querida Luna.»interviene Leona después de mucho entre tanta conversación.

«¡Leona, que gusto volver a tenerte cerca!»exclama feliz, sintiéndose salvada por ella.

Le quitas lo bueno y divertido al tema, querida Yin. —refunfuña Maxam fingiendo molestia. Resignado a no seguir molestando un poco a su Luna— En fin, veré que puedo hacer con ese tema.

—Gracias... —susurra avergonzada por ponerse nerviosa con algo tan tonto.—¿Y a qué te refieres con el tema «lo nuestro»?—pregunta curiosa.

«¿Te acuerdas del día en el que te marqué como mi Luna, Bella?»interviene Leona intentando hacer el ambiente más cómodo para lo que iba a causar las decisiones siguiente de Maxam

—Si... Ese día en la playa fue demasiado intenso y necesitado para las dos. Apenas llegamos a esa cabaña oculta del mundo, perdí mi... Virginidad contigo, y luego ese bonito tatuaje quedó dibujado en mi cuello. Aunque dolió bastante y me agotó. —contesta recordando con las mejillas totalmente acalorada de no decir en voz alta nada que la pudiera exponer como guarra dentro de la vecindad.

En noviembre, tocará de nuevo el ciclo de celo. Pero, me tocará a mi la liberación por ende... Me gustaría pedir tu aprobación para comerte, adorarte y amarte a partir de hoy en más —pide con mucho respeto Maxam, dejando sin aire a la Luna.

«Claramente, debes colocarte el condón y evitar que se le vaya de las manos. Yo no estaré, porque aún estoy débil de todo lo ocurrido, por lo que, está en tus manos decir si: sí o no. »expresa Leona preocupada por Bella.

—Ya veo... Yo creo que...

Empieza a decir tras la pena que la come, y siente el calor de la percepción de aquella época de nuevo cobrar sentido en muy poco tiempo. Faltando ya solo cuatro días para llegar a noviembre, su garganta seca le impedía responder, su cabeza estaba pensando en su primera vez, y sentía nervios.

¿qué podía responder sino...?

Isabella Swan, Mi LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora