11. Camille, la roba citas.

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Lily estaba asustada.

Camille le gustaba demasiado, no había sido difícil darse cuenta cuando se había sentido tan cómoda con ella durante la pequeña pijamada que habían hecho. Culpaba a Marlene y Sophie de ese hecho, aunque no se los dijera en voz alta.

—¿Y bien? —preguntó Marlene después de que Camille se fuera.

—¿Y bien qué? —Lily prefirió fingir que no sabía de qué hablaba.

—No te hagas —Sophie la miró con atención—. ¿Qué tal fue?

—Nada mal, supongo —murmuró en respuesta, ganándose miradas incrédulas—. ¡Bien! —Casi gritó, sobresaltando a Marlene y a Sophie.

Lily se acostó boca abajo en su cama.

—Es demasiado linda —dijo, siendo amortiguada por la almohada—. Y me gusta mucho.

Marlene y Sophie gritaron juntas.

—¿Qué les pasa? —Lily volteó a mirarlas.

—¡Nunca habías dicho en voz alta que te gusta! —gritó Marlene, mientras Sophie chillaba y daba saltos por toda la habitación.

—Ya dejen la ridiculez —pidió la pelirroja con una sonrisa divertida.

♦♦♦

Camille entró a la sala común, encontrándola casi llena, pero antes de que pudiera caminar hacia algún sitio, alguien la tomó del brazo y la arrastró hasta las habitaciones de chicos. No se preocupó cuando vio la decoración de equipos de quidditch, que ya le resultaba conocida. Estaba en la habitación de Phoenix.

—¿Y bien? —preguntó él, mirándola con expectativa—. ¿Qué pasó? ¿Cómo te fue?

—Fue maravilloso —Se dejó caer en la cama de Phoenix, sintiendo su aroma a perfume caro rodearla—. Lily es maravillosa.

—Pensé que la llamabas Lola —dijo él con diversión, sentándose en la cama.

—Sí, bueno, es solo para molestarla, y ella no está aquí.

Phoenix se rio, entonces volvió a mirarla.

—¿Me trajiste mis dulces?

—Ups —Camille se encogió de hombros—. Parece que los olvidé... o me los comí.

Y soltó una carcajada, luego sintió que Phoenix se acercaba a ella, y pronto dejó de estar acostada en la cama, para estar suspendida en el aire.

—Sabes que odio ese hechizo —Se quejó, sintiendo que era sujetada del tobillo. Phoenix se rio y la movió de un lado a otro con su varita—. Me mareo, y voy a vomitar... y tú tendrás que limpiarlo.

Entonces sintió que era soltada y cayó bruscamente al piso.

—¡Phoenix Danniel Abbott! —gritó, poniéndose de pie, para ver su expresión asustada.

—Creo que me llaman —dijo, dando pasos hacia atrás—. Sí, me están llamando.

Y salió corriendo de la habitación, Camille se apresuró a seguirlo, queriendo estrangularlo con sus manos.

♦♦♦

Lily la miró a lo lejos, viendo su cabello rubio desplazarse en el aire mientras ella corría tras su amigo de Slytherin. La veía sonreír y luego hacer muecas enojadas cuando él volteaba a mirarla. Estaban afuera, en los terrenos del castillo. Lily los había seguido disimuladamente después de ver a McGonagall decirles que en los pasillos no se corría.

Estrellas || Lily EvansDonde viven las historias. Descúbrelo ahora