94. Jessie Porter y Lola Stephan.

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Cuando Zoe llegó al departamento, Jules se estaba tomando un té en la cocina.

—¡Ya llegué!

—Baja la voz —le chistó Jules.

—¿Por? —preguntó, pero le hizo caso.

—Camille está durmiendo.

—¿A quién le importa?

Jules la miró con seriedad.

—Además, ¿qué hace aquí? —Zoe caminó hacia la cocina y abrió la nevera—. Hoy no es noche de pelis.

—Eh... —Jules dudó de si contarle a Zoe al respecto—. Se murió alguien cercano a ella.

Zoe hizo una mueca.

—Uy —soltó—. Sí, mejor que siga durmiendo —dijo en voz baja—. Mira, cuando se despierte puedes darle de mis galletas de chocolate.

Jules se llevó el borde de la taza a la boca y miró a otro lado.

—Te comiste mis galletas —Zoe la miró, frunciendo el entrecejo, entonces le pegó en el brazo—. ¿Y ahora qué le va a subir el ánimo a Cam?

—¿Otra vez es Cam?

—Soy muy empática, es mi mayor defecto —Jules se rio por sus palabras—. Borrón y cuenta nueva... ¿Quién es Camille?

—Deja de ser ridícula —dijo Jules, sonriente, pero entonces miró hacia el pasillo que llevaba a las habitaciones, pensando en Camille—. Me preocupa un poco.

—Normal —respondió Zoe—. Ya me jodería que te murieras tú, por ejemplo.

—¿Y por qué yo soy el ejemplo?

—Eso no es relevante —Zoe sonrió—. ¿Y si vas a tu habitación y estás pendiente de Cam como cualquier novia preocupada?

—No somos novias.

—Ajá.

Jules dejó la taza en la barra de la cocina y se giró para caminar hacia su habitación. Sonrió sin poder evitarlo.

♦♦♦

Cuando Camille despertó, Jules estaba acostada al lado suyo, dormida.

La miró unos segundos, hasta que recordó todo lo que había pasado ayer. Exhaló y se llevó las manos a la cara.

Benjamín estaba muerto, de verdad.

Camille comenzó a sollozar y Jules se despertó.

—Ay, ven acá.

Camille se apartó las manos de la cara y abrazó a Jules, poniendo su mejilla contra su pecho. Jules le acarició la cabeza y la espalda con sus manos.

Jules no dijo nada, solo la consoló.

♦♦♦

Lily apareció en su departamento tan solo dos días después.

Cuando Camille abrió la puerta, Lily estaba afuera, vestida con un vestido verde y un abrigo marrón encima de este.

—Hola —saludó Lily y le sonrió—. ¿Puedo pasar? —preguntó cuando, después de unos segundos, Camille no dijo nada.

—Claro.

Camille se hizo a un lado y vio a Lily pasar al interior de su departamento. Era extraño ver a Lily en un lugar tan íntimo, considerando que ella ya no se sentía como una persona cercana.

Sí, aún sentía cosas por Lily, pero eso no significaba que la distancia que habían mantenido no pesara.

—Vine a traerte esto.

Estrellas || Lily EvansDonde viven las historias. Descúbrelo ahora