Estrellas || Lily Evans

87. La mentira de Camille.

Camille no supo cómo terminó bailando pegada a Zoe.

Zoe la sostenía de la cadera y se reía mientras Camille bailaba pegada a ella. Camille buscó a Jules con la mirada, esperando que no le molestara, pero cuando su mirada se encontró con la de Jules, ella se estaba riendo y le mostró un pulgar arriba.

Camille siguió bailando con Zoe hasta que la canción terminó. Cuando terminó, Zoe la sostuvo de la mano y la hizo dar una vuelta, luego se alejó riéndose.

—Yo también quiero me bailes así —Camille se rio cuando escuchó la voz de Jules, que la había abrazado desde atrás y le estaba hablando al oído.

—¿En la próxima canción? —le respondió Camille, girándose levemente para mirarla, aún entre sus brazos—. Tengo sed y quiero beber algo.

—Está bien.

Camille cerró los ojos cuando Jules la besó.

—Pero siempre puedes bailar conmigo —dijo Zoe desde unos metros de distancia, sonriéndole a Jules.

—El premio de consolación —dijo, soltando una risa.

Camille se rio también y se alejó de la pista de baile, a sus espaldas Zoe hacía la mímica de una cuerda, jalando, y Jules se reía y fingía que una cuerda la estaba jalando.

Una vez fuera de la pista de baile —en la que solo estaban Jules y Zoe—, Camille se acercó a la mesa con bebidas y tomó, a lo que Jules llamaría, una Señorita Cerveza de Mantequilla.

Trató de mantener su vista en Jules cuando, de reojo, notó el cabello pelirrojo de Lily, que estaba a un lado de ella.

—No sabía que ibas a venir con tu nuevo novio —soltó sin poder contenerse, aún sin mirarla.

Notó que Lily se quedó completamente quieta unos segundos, entonces se aclaró la garganta.

—No tengo novio —aclaró, aunque James, últimamente, se le hacía más lindo de lo normal. Entonces se acercó y se paró junto a Camille, con sus brazos rozándose, y miró a Jules—. Y yo no sabía que iba a estar aquí tu nueva novia.

—No es mi novia.

—Hmm.

Y se quedaron en silencio un rato.

—No traje a James, traje a Mary —explicó Lily, aunque Camille no le había preguntado—. Y ella debe estar por ahí.

Camille asintió en silencio.

—Yo no invité a Jules... Ella organizó todo —Lily notó la sonrisita que adornó el rostro de Camille y cómo miró hacia abajo, a la cerveza de mantequilla que tenía en su mano—. Fue muy lindo de su parte, la verdad.

Lily la miró darle un trago a la cerveza. ¿Qué se suponía que respondiera a eso? ¿Cómo podía responder a eso sin hacer sonar que estaba celosa?

Lily miró a Jules y frunció levemente el entrecejo, pero entonces Jules miró en dirección a Camille y le lanzó un beso.

Jules no tenía discreción, no necesitaba ocultar que le gustaba Camille, que la quería cerca... Jules era todo lo que ella no.

Sería mejor si daba un paso a un lado y lo dejaba así.

—Lo fue —confirmó y se giró para tomar tres cervezas de mantequilla, que era lo que había ido a buscar desde el principio—. Yo... tengo que llevarles esto a Mary y a James, pero... —Camille giró la cabeza para verla y miró sus labios, viendo cómo se mordía el labio inferior. Quería que fueran sus dientes los que... No, mejor no pensar en eso.